Cerca de 25 a 30 efectivos del Ejército peruano se movilizaron a Línea de Concordia. El contingente llegó por la carretera Panamericana y luego se dispersó hacia el este y el oeste. El patrullaje se intensificó luego que un grupo de migrantes indocumentados ingresara caminando ayer lunes 1 de diciembre a territorio peruano, pese al Estado de Emergencia en Tacna.
Mientras el Ejército permanecía replegado, la Policía Nacional del Perú incrementó significativamente su presencia en la zona, entre 50 y 60 policías —muchos de ellos de reciente egreso o todavía en formación— se encuentran desplegados en los accesos y a lo largo de la línea de frontera con Chile.
A diferencia de días anteriores, cuando se registraba la presencia de entre 40 y 45 migrantes irregulares, este cuarto día de emergencia mostró un panorama completamente despejado, con ausencia total de migrantes y solo la presencia constante de medios de comunicación peruanos y chilenos.
En paralelo, el alcalde del distrito La Yarada Los Palos confirmó la crítica situación de infraestructura en los puestos de vigilancia, donde operan tanto policías como militares. El Puesto de Vigilancia Bolognesi —el primero en la línea de frontera— carecía, hasta hace pocos días, de servicio eléctrico y de agua, y presenta un sistema de desagüe colapsado.
Pese a los trabajos de emergencia realizados para garantizar la llegada de energía eléctrica previo a la visita presidencial, los agentes continúan laborando sin agua potable ni servicios higiénicos adecuados.











