La vida de al menos un millón de niños pequeños del Sahel corre peligro debido a la situación de desnutrición aguda grave que viven, según ha denunciado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en una campaña mundial lanzada en las redes sociales donde relata que la zona se enfrenta a una grave crisis alimentaria, acrecentada por la inseguridad en Mali.
Pide la movilización a través de las redes sociales contra la crisis humanitaria
La iniciativa, de 24 horas de duración y llamada con el hastag #SahelNOW, pide a los usuarios de Facebook, Twitter y otras redes sociales que cuelguen mensajes durante el día para aumentar la concienciación acerca de este problema.
La campaña parte de un vídeo con un mensaje claro: «1.000.000 de niños podrían morir en el Sahel. Podemos salvarlos si actuamos ahora. Eleva la voz de alarma».
Según el análisis de situación realizado por los equipos de nutrición de Unicef, relatados en su página web, siete de los ocho países del Sahel presentan focos con tasas elevadas de desnutrición en niños menores de 5 años.
El 35% de las muertes infantiles en la región cada año está vinculado de alguna manera a la desnutrición.
La escasez de lluvias ha perjudicado las cosechas y ha dejado a comunidades enteras en situación precaria. Además, en las épocas de escasez está aumentando el desplazamiento de las poblaciones en busca de comida, lo que es una amenaza a la protección, la supervivencia y la continuidad de la educación de los niños.
En total, diez millones de personas están en riesgo de morir de hambre, según el cálculo de Naciones Unidas.
El factor de Mali
Situaciones similares ya se vivieron en 2005 y 2010, pero en esta caso cuenta con un factor externo que la agrava: el masivo desplazamiento de personas debido a la crisis política en Mali tras el golpe de estado del pasado 22 de marzo y la rebelión tuareg, que se ha apoderado del norte del país.
Según han denunciado este martes otras dos agencias de la ONU, el número de desplazados supera ya en el pais los 200.000 desde que empezó el conflicto entre los tuareg y el gobierno de Bamako el pasado mes de enero.
La situación es susceptible de empeorar en los próximos días tras el embargo total declarado por los países de la región para forzar la salida de la junta militar.
Según el personal humanitario de Unicef la situación sobre el terreno está empeorando rápidamente.
«Está relacionado con la falta de lluvias en 2011 y con la sequía», ha declarado David Gressley, director regional de Unicef a la CNN.
«La gente trata de superarla veindiendo sus pertenencias y está sacando a los niños de la escuela para adaptarse», ha añadido.
El programa de Unicef se basa en un enfoque por fases para abordar la emergencia en este año, así como el problema a largo plazo de la desnutrición en la región.
El año pasado 587.000 niños fueron tratados por desnutrición aguda grave, de un total estimado de casos de 872.000 niños.
Cortesia:rtve.es