Las comunidades campesinas de Tarata, usuarias de la cuenca del Río Sama, marcharán hasta el lugar donde se pretende instalar el asiento minero de la empresa capitalina Rillo S.A.C., con la finalidad de manifestar su completo rechazo a las actividades extractivas de minerales cerca de sus terrenos de cultivo.
Los representantes de los centros poblados de Susapaya, Sitajara, Yabroco, y Challaguaya, relató el dirigente campesino Percy López, han sido invitados a inicio de semana por la minera capitalina Rillo a que participen de una charla informativa sobre los beneficios de las regalías el día 15 de diciembre a las 08:30 hrs. ha realizarse en las mismas faldas de la laguna.
Pero los comuneros, muy por el contrario de lo que piensan los inversionistas, acudirán a la cita alzando su voz de protesta contra la contaminación minera, que consideran, afectará toda la cuenca, desde su inicio en la Laguna de Vilacota hasta su desembocadura en Boca del Río.
“Nos dijeron que nos invitan para hacer una coordinación con las comunidades y hacernos ver que la minería es buena y que las regalías son en apoyo y beneficio de la población, pero nosotros creemos que no es así”, dijo López.
“Por lo que hemos tomado, en coordinación con Yabroco, Sitajara y Challaguaya, la decisión de partir hacia la laguna de Vilacota a las 5 de la mañana ese día, para decirle no a la minería con nuestras pancartas y no a la firma de cualquier documento”, agregó.
Rillo Sociedad Anónima Cerrada, es una empresa limeña que recientemente ha adquirido los derechos de explotación sobre los terrenos denunciados y explorados por la transnacional Newmont.
Pero el cambio de manos extranjeras a nacionales no garantiza la “contaminación cero” que pregonan las entidades dedicadas al rubro, que día a día se masifican en nuestro país y que perjudicaría en este caso, la integridad ambiental de una zona considerada como la primera productora de orégano en el Perú (cualitativamente hablando).