Hugo de Zela, embajador peruano, considera que la adulteración de la cartografía de la frontera peruano chilena efectuada en 1998 por la Marina de Guerra de Chile es una maniobra calculada, hecha con el pleno conocimiento del gobierno chileno, con la finalidad de desconocer el tratado limítrofe de la frontera terrestre fijada en el Tratado de 1929 y su protocolo complementario.
"Han hecho (la modificación cartográfica) para desde el hito número 1 trazar la línea del paralelo hacia el mar y así apropiarse de 37 mil metros de soberanía marítima peruana, colisionando con el convenio firmado por Chile, Colombia y Ecuador durante el gobierno de Bustamante y Rivero, que señala un dominio marítimo de 200 millas", expresó De Zela; de esta manera, el mar peruano frente a Tacna ocuparía un espacio de cero millas.
Lo que tiene que hacer Perú, a decir de De Zela, es a través de una reunión binacional o vía designación de una comisión mixta, instar a Chile a que respete las disposiciones de la comisión de 1930, quien decretó recorrer 180 metros tierra adentro el hito número 1 para evitar que el oleaje lo destruyera; y de continuar el gobierno vecino con sus pretensiones, buscar la mediación del presidente de los Estados Unidos.
"Lo que pasa es que Chile tiene un insaciable propósito de apoderarse aunque sea de un kilómetro de nuestro territorio, primero lo hizo a través de la fuerza con Tarapacá y Arica, luego usurpando el terreno del Chinchorro, que se extiende en 145,500 metros dentro de Chile, habiendo usurpado más de 22 kilómetros de ese terreno cuando se hizo la carretera Panamericana, y posteriormente con el pretexto de hacer una doble vía, el concejo de Arica construyó una avenida paralela de ingreso en él", finalizó.
