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Invasores se dividen en dos bandos y se acusan de «delincuentes»

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El presidente de la asociación de invasores Trabajadores Unidos de Construcción Civil acusó a la familia del ex dirigente Juan Delgadillo Cruz de haber cometido una serie de irregularidades y amenazarlos de muerte. La hermana de Delgadillo dice todo lo contrario.

Directiva de la asociación Trabajadores Unidos de Construcción Civil.

José Cuela Sucso presidente de la asociación Trabajadores Unidos de Construcción Civil, que comprende al menos 700 socios que invadieron un terreno de propiedad del gobierno regional de Tacna, denunció  que viene siendo amenazado por la familia del ex dirigente Juan Delgadillo Cruz, a quien acusa de cometer una serie de irregularidades durante su permanencia en el cargo.  

“Nos ha dominado con el miedo, con el temor de depuraciones desde el año pasado. Él no ha hecho una rendición de cuentas a nuestra asociación como debe de ser, como lo dicta el estatuto. Es por eso que  venimos a desmentir ya que vino su hermana diciendo que nosotros somos delincuentes, que somos los corruptos, que cobramos en exceso multas, sanciones (…) Dicen que los hemos golpeado, que los hemos amenzado de muerte cuando eso no fue asi, ellos nos amenzaron de muerte hasta el punto de decir sabe que yo con ustedes me la tengo jurada”, señaló.  

«Nosotros estamos atemorizados porque son delincuentes», dijo Jorge Flores, secretario de Organización.

Respecto a su situación legal, indicaron que se encuentran posesionados hace 2 años y actualmente el 75% vive en la zona. También cuentan con abogados para defenderlos.

LOS DESMIENTEN

Mientras que Josefina Acero y Rosa Burga indicaron que son las víctimas y una de ella mostraron el pedido de garantías personales que solicitó luego de haber sido amenazada de muerte por no pagar las cuotas que la dirigencia exigía. Asimiso recordó que el miércoles pasado un grupo de pobladores con la venia de la directiva destruyó la rústica vivienda que había levantado en el terreno. Además aseveró que perdió gran parte de sus enseres. 

«Me quemaron los uniformes y los cuadernos de mis hijas y ellas ya no van al colegio hasta el día de hoy. Ese día me tuvieron secuestrada desde las 12 de la noche hasta la 4 de la mañana que no nos dejaban salir, me arrodille para pedir por las vidas de mis hijas. La policía fue a rescatarnos y no los dejaron entrar», agregó.