Así lo indicó el psicólogo Enrique Azócar Prado, tras señalar que aunque la población pretenda creer que se trata de una persona desequilibrada, la agresividad en mayor o menor intensidad existe en cada uno de nosotros.
“No conozco a la persona que ha cometido este atroz asesinato pero me atrevería decir que su diagnostico va a señalar una personalidad psicopática, fría, sin capacidad de arrepentimiento, sin la capacidad de autocontrolarse, sin capacidad de tolerar una frustración si es como dicen los medio de prensa la joven no hizo caso a sus requerimientos amorosos éste la asesino”, señaló el especialista con referencia a Alberto Sarmiento Calizaya (31) quien el pasado 22 de noviembre ahorcó con sus propias manos, quemó y luego descuartizó a Rubí Lisbeth Mamani Llutari (24).
Azócar Prado explicó que la frustración forma parte de la condición de las personas y que a lo largo de la vida aprende a frustrarse y a tolerarle “es decir cuando algo no lo podemos conseguir simplemente miramos a otra parte y seguimos avanzado en la vida. Pero hay personas que por alguna razón no logran hacer esto. Su carácter apasionado además su incapacidad para ponerse en el lugar de la otra persona, lo hace idear destruirla a esta persona que no le corresponde”.
Aclaró que tranquiliza mucho a la comunidad pensar que se trata de personas desequilibradas y que todos los demás están sanos y viven en una especie de armonía interior no obstante la agresividad -en mayor o menor intensidad- esta en cada uno de nosotros y su expresión dependerá de la capacidad de autocontrol de las personas.
