El delicado estado de salud del presidente Hugo Chávez, por quien sus colaboradores pidieron a los venezolanos que recen el lunes, ha abierto grandes interrogantes sobre el futuro político inmediato de Venezuela
El vicepresidente Nicolás Maduro lucía agotado el domingo cuando informó por cadena de televisión desde La Habana que Chávez sufre nuevas complicaciones después de la operación a la que fue sometido tras la reaparición de cáncer y admitió que «a 19 días de la compleja cirugía, el estado de salud del presidente Chávez continúa siendo delicado, presentando complicaciones que están siendo atendidas, en un proceso no exento de riesgos».
El analista político venezolano Ricardo Sucre Heredia indicó a The Associated Press que el mensaje de Maduro, la gestualidad de su cuerpo y sus expresiones «apunta a que la situación de salud de Chávez no ha evolucionado de acuerdo a lo esperado. O se estancó o se agravó. Me temo lo último».
El analista sostuvo que «es poco probable que Chávez venga para el 10 de enero (cuando debe asumir el poder tras ser reelecto en los comicios generales de octubre)… Estas horas deben ser claves para tener un pronóstico más definitivo sobre la salud de Chávez y, en consecuencia, tomar las decisiones políticas que corresponden de acuerdo a la constitución: ausencia temporal o ausencia absoluta. Por lo dicho por Maduro, me temo que el escenario se mueve hacia la ausencia absoluta».
Días atrás el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado oficialista Diosdado Cabello, dejó entrever que se podría prorrogar la fecha de toma de posesión de Chávez para su cuarto período, que según la constitución está prevista para el 10 de enero.
Pero algunos juristas y opositores sostienen que la fecha no puede ser prorrogada y que la constitución establece que en caso de que el mandatario electo no pueda juramentarse el presidente de la Asamblea Nacional debe asumir el gobierno y llamar a elecciones en 30 días.
Hasta ahora, los venezolanos han recibido reportes oficiales escuetos sobre la salud del mandatario, de 58 años, quien fue intervenido quirúrgicamente el 11 de diciembre y cuyo tipo exacto de cáncer o la zona que afecta no han sido revelados.
Chávez, quien ganó los comicios generales del 7 de octubre por un amplio margen, anunció el 8 de diciembre que le habían reaparecido células cancerígenas y que regresaba a Cuba para ser sometido a una cuarta operación, que esta vez era urgente. Por primera vez en 14 años de gobierno, delegó ese día el poder político en el vicepresidente Maduro, lo que despertó suspicacias sobre su estado de salud.
«El ya es historia», dijo refiriéndose a Chávez el vendedor de 38 años César Amaro, que trabaja en un pequeño comercio en Caracas que vende periódicos, regalos navideños y hasta zapatos de bebé.
«Estamos ya en incertidumbre porque no sabemos qué van a hacer ellos, entre Maduro y Cabello», agregó. «Lo más seguro que tenemos… es que vengan otras elecciones».
Los adversarios del mandatario han criticado la falta de información completa sobre el estado de Chávez y han exigido un informe médico.
El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Ernesto Villegas, defendió el manejo gubernamental de la situación y dijo que Chávez «ha dicho en sus peores momentos la verdad». (AP)