Juan Francisco Posada Berrachía habría falsificado un poder en Cusco para poder vender ilegalmente el terreno que tenía en Tacna, la ciudadana Gladys Apaza Copaja.
Gladys Apaza Copaja contó que durante todo el año 2012 decidió alquilar un terreno de su propiedad, ubicado en la Calle Ramón Copaja Mz-M Lt-13, a un mecánico bajo la firma de un contrato que estipulaba que debía ser devuelto a finales de diciembre.
Sin embargo cumplido el plazo, el mecánico se negó a salir del predio alegando que no había conseguido otro local logrando que Apaza Copaja le diera dos meses más de estadía.
Sin embargo grande fue su sorpresa cuando el pasado 13 de febrero llegó a su propiedad para ver en qué condiciones estaba, y se encontró con que había una nueva dueña de nombre Antonia Cahuaya Mamani.
Esta le confirmó que había comprado el terreno al señor Juan Francisco Posada Berrachía.
Tras hacer el seguimiento en Registros Públicos, Gladys Apaza pudo conocer que Juan Posada había obtenido un poder en Sicuani – Cusco para vender el predio. Aunque evidentemente se trataba de firmas falsas –dice- puesto que ella nunca autorizó la entrega de tal documento.
Con ese papel, Juan Posada viajó a Puno donde los registró y luego viajó a Juliaca para oficializar la venta del terreno y la compra a su nombre. Así quedo todo listo para viajar a Tacna y vender el terreno a Antonia Cahuaya Mamani.
La denuncia ha sido presentada contra Juan Francisco Posada Berrachía, quien a la fecha permanece inubicable.
REGISTROS PÚBLICOS
Edilberto Cabrera ex jefe de registros públicos en Tacna, señaló que hasta no probar que la venta irregular se hizo bajo pleno conocimiento de la compradora, poco o nada se podrá hacer para que Gladys Apaza Copaja recupere su propiedad.
“El tema que se ha planteado es el típico caso de un principio que a nivel de Registros Públicos y del Código Civil se conoce como el tema de la buena fe registral (…) Lo que va a estar en juego desde el punto de vista judicial va a ser si los compradores han actuado de buena fe. Significa que si los compradores por alguna razón sabían que el poder era falso entonces ellos terminarán perdiendo la propiedad a favor del verdadero propietario. Pero si los compradores actuaron de manera diligente, fueron a Registros Públicos, no había ninguna notación sobre la falsedad del poder y por tanto ellos nunca conocieron de la falsedad del poder y si en ese marco jurídico compran, entonces ellos no van poder ser privados del derecho de propiedad en perjuicio, lógicamente, de la verdadera propietaria”, señaló.