Miguel Larrea, rector de la universidad nacional Jorge Basadre Grohmann, explicó que al momento de ingresar y salir de las aulas, los docentes deberán colocar su huella dactilar en el dispositivo que enviará la información al área de Recursos Humanos.
Rector de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann (UNJBG), Dr. Miguel Ángel Larrea Céspedes.
Tras conocerse el escandaloso informe que emitió el Órgano de Control Institucional (OCI) de la primera casa de estudios, en el que se evidenciaba que al menos una veintena de docentes llegaba tarde a impartir sus clases o simplemente no asistía, el rector Larrea anunció que implementarán un sistema biométrico que controle el ingreso y salida de los catedráticos y ponga fin al grave perjuicio cometido contra los estudiantes universitarios.
Se trata de un dispositivo en el que los docentes deberán colocar sus huellas dactilares antes de iniciar el dictado del curso que les corresponde. Dicha información pasará al área de Recursos Humanos para su conocimiento.
“El profesor tendrá que estampar su control a través de su huella digital. Ahí se verá a qué hora está ingresando y a qué hora está saliendo (…) Tiene que implementarse en cada facultad, el proyecto está bastante avanzado y en un par de meses estaremos terminando con el estudio definitivo”, indicó.
Agregó que los docentes deben ser honestos y cumplir con sus horarios de clase. No obstante reconoció que por más vigilancia que haya “cuando uno quiere sacarle la vuelta a los controles, lo hace”.
SANCIONES. En otro momento señaló que el informe de OCI deberá pasar a la Comisión de Procesos Administrativos cuyos integrantes dictaminarán si corresponde o no aperturar un proceso administrativo. “Una vez que ese dictamen haya sido hecho llegar se comunicará a las diferentes facultades donde pertenecen cada uno de estos docentes, a fin de que se instaure el proceso y ahí tendrán que hacer las aclaraciones correspondientes”, dijo.
TURNO NOCHE. Respecto a las horas de salida de clases, señaló que cada facultad es responsable de establecer dichos horarios, aunque recomendó que se dicten clases los sábados para que los alumnos no tengan que quedarse hasta las 11:00 de la noche en las aulas.
