Al menos 30 personas murieron, entre ellas un niño, y más de 50 resultaron heridas en un enfrentamiento en una cárcel en el este de Bolivia.
Uno de los detenidos en la reyerta en la cárcel boliviana de Palmasola. STRINGER | EFE
El director general de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos, confirmó esta tarde la cifra de muertos en el Complejo Penitenciario de Palmasola, en el departamento de Santa Cruz.
Los combates entre presos estallaron en la mañana del viernes en esa cárcel de alta seguridad en la periferia de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
El jefe de la policía, Jorge Alberto Aracena, dijo que presos de uno de los sectores hicieron estallar un tanque de propano de metal contra otro sector de la prisión.
Medios locales informaron que también se escuchó un tiroteo durante el enfrentamiento en Chonchocorito, una de las áreas del penal con capacidad para 500 internos, donde se produjo la pugna.
«Las estaciones de televisión mostraron dramáticas imágenes de los presos tratando de escapar del humo a través del techo del penal», informó el corresponsal de BBC Mundo en la región, Ignacio de los Reyes.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo que «el país está de luto por semejante tragedia» y anunció una investigación sobre el incidente.
Mientras, las autoridades aseguran que la situación está bajo control y que los heridos están siendo tratados en hospitales de la zona.
Hacinamiento y menores
«El bloque A de Chonchocorito (uno de los recintos del complejo) está práctimante destruido por el incendio que se produjo y me informaron de un derrumbe en el primer piso. Los presos fueron aislados en otro bloque, algunos de ellos quemados», le dijo a BBC Mundo Celso Parada, abogado del Defensor del Pueblo en Santa Cruz, quien estuvo en el interior del penal poco después del incidente.
Según cuenta, Palmasola es «uno de los recintos penitenciarios más sobrepoblados de Bolivia, superando los 5.000 internos, de los cuales la mayoría son detenidos preventivos, solamente unos 400 internos están con sentencia condenatoria».
Incluso dentro del penal hay «una especie de ciudadela donde se encuentra de todo, hasta restaurantes, como si fuera un barrio cerrado. Aquí viven los internos con sus mujeres y sus hijos, unos 500 niños. En algunos casos las mujeres les dejan los niños a los padres para poder ir a trabajar fuera», asegura.
Falta de control
Parlamentarios bolivianos acusaron a las fuerzas de seguridad de no haber hecho lo suficiente por prevenir el enfrentamiento.
«La Policía es la encargada de custodiar todos los centros penitenciarios, en este caso parece que les hubieran rebasado», dijo el asambleísta del Movimiento Al Socialismo (MAS), Rodolfo Calle, del partido de Morales.
«Creemos que tiene que haber una reformulación, mayor control dentro de régimen penitenciario, dentro de los mismos policías, no tienen que dejar introducir armas, no tienen que dejar introducir bebidas alcohólicas», advirtió.
«La gente que entra como visita introduce elementos que producen inseguridad dentro, hay internos que tienen sus propios celulares y conexiones a internet, dentro del penal se organizan incluso algunas actividades ilícitas», le dijo por su parte a BBC Mundo el abogado Celso Parada.