Millares de manifestantes de las principales zonas de explotación minera de Madre de Dios se concentraron en la localidad de Mazuko para endurecer sus acciones de protesta. El diálogo entre los dirigentes y los funcionarios gubernamentales se ha trasladado a Lima.
Más de siete mil mineros informales de Huepetuhue se concentraron en Mazuko para expresar su adhesión al paro contra el gobierno.
Un baño de realidad en Mazuko no estaría mal para los que escriben las leyes en Lima. También para los que reclaman mano dura. Mazuko es algo parecido a una piscina de gasolina. Solo falta una chispa para que todo estalle.
Mazuko se ha convertido en el epicentro de la protesta de los mineros informales contra un conjunto de leyes que aparentemente facilitanla formalización, pero que en la práctica son de difícil aplicación. Los mineros quieren una reformulación de las normas, mientras tanto reclaman al Ejecutivo que detenga las acciones de destrucción de los equipos dedicados a las labores auríferas. El gobierno responde que no y prosigue con las operaciones de interdicción. Estalló el paro.
En el tercer día de la protesta, 7 mil manifestantes del distrito minero de Huepetuhue se concentraron en Mazuko, una localidad emplazada en el kilómetro 170 de la carretera Interoceánica. Los mineros tomaron el control total del tránsito por la zona. Ni un solo vehículo motorizado se dejó pasar.
En el puesto policial del lugar, a pocos metros de distancia, sólo había 100 efectivos. Nada pudieron hacer para desalojar a los mineros. Tenían nulas posibilidades de actuar en un lugar donde el 100 por ciento apoya el paro porque todos viven de alguna u otra forma de la minería aurífera.
El Ejecutivo ha dicho que no cederá ante la presión ejercida por los gremios mineros mediante el método violento de la captura de las carreteras. Después de “teléfonos malogrados”, frases destempladas y comunicados de último minuto, ayer en la noche dirigentes de los gremios y funcionarios de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) sostuvieron una reunión en busca de un acuerdo (ver nota aparte).
MAZUKO NO ES MACONDO
“El paro es contra el abuso del Estado. El 20 de agosto se tomó un acuerdo en la PCM para que la interdicción se detuviera durante los 90 días, pero el 26 de agosto atacaron la zona que está en proceso de formalización. Eso es un abuso.
Destruyeron las herramientas de trabajo que conseguimos con tanto sacrificio. No es como dice el ministro (Manuel Pulgar
Vidal), que si nos destrozan una maquinaria en dos días de trabajo podemos comprarla de nuevo”, explicó el presidente de la Asociación de Mineros del distrito de Madre de Dios, Manuel Nina Fuentes.
En Mazuko no hay ningún funcionario de la PCM. La República es el único medio periodístico de la capital que llegó a Mazuko. El jueves, en el cuarto día de protesta, los mineros informales radicalizaron sus acciones. Obstaculizaron por completo el tránsito por la Interoceánica, lo que ha comenzado a causar desabastecimiento de alimentos. “El bloqueo de la carretera es definitivo. El paro es indefinido hasta que haya una solución. No queremos seguir siendo tratados como ilegales cuando somos mineros informales en proceso de formalización y para lograrlo no nos dan las reglas claras. Las leyes aprobadas, en lugar de servir como estímulo, son una traba terrible. Lo único que queremos es que se modifiquen
ciertos artículos.
Aquí hay 30 mil mineros que esperan una solución viable. Nosotros estamos prestos para una formalización”, expresó el presidente de la Asociación de Mineros de Huepetuhue, Mario Mendoza Quispe. Desde Lima, la policía asentada en Puerto Maldonado y Mazuko recibió la orden de desbloquear la carretera Interoceánica en las zonas de Laberinto (kilómetro 47) y Mazuko (kilómetro 170). Se hicieron los preparativos. Pero al final se dio marcha atrás.
De lo contrario, podría haber estallado la violencia. Ahora todo depende del resultado de las conversaciones entre los dirigentes mineros y los funcionarios de la PCM en Lima. “Se intentó el desbloqueo con la ayuda de cargadores frontales. Luego se estableció que esa medida generaría conflicto. Entonces se dispuso esperar lo que resulte de los encuentros en la capital. Aquí estamos para mantener el orden, no tiene caso maltratarnos, no hay motivo para esta situación”, expresó el general PNP Salvador Iglesias, a cargo de las operaciones policiales en Madre de Dios.
En Mazuko, el rechazo a los medios de comunicación es mayoritario. El recelo con la prensa de Lima se entiende por la poca información que desde este pueblo llega a la capital, y porque la que se difunde suele ser distorsionada. Desde Lima no se puede entender lo que pasa en Mazuko.
LA PAMPA SIN LEY
“De aquí queremos que salga la verdad. No pedimos que nos apoyen, pero sí que se informe como corresponde. Aquí en un solo espacio se concesiona para la minería, agricultura, madera, conservación y ecoturismo. Con esto el gobierno se ha creado un confl icto”, afirmó el representante de la sociedad civil de Huepetuhue, Marcelino Cueva Quicaña,
La República logró ingresar a Mazuko luego de 12 horas deviaje desde Puerto Maldonado. Desde la primera barricada, en el distrito de Laberinto, ubicada en el kilómetro 45 de la Interoceánica, el viaje tuvo que ser emprendido por tramos: una parte con motocicleta, otra con balsa y también a pie. Fueron 130 kilómetros recorridos para llegar al principal lugar de la protesta minera en Madre de Dios: Mazuko.
El paro no solo enfrenta a los informales con el Gobierno sino también a los informales con los mineros ilegales. Ante la ausencia del control policial, los mineros ilegales trabajan con tranquilidad en La Pampa. Esto ha motivado a los informales a confrontar a los ilegales, bajándoles las llantas de sus motocicletas.
Estos hechos ocurrieron en los kilómetros 102 y 120 de la Interoceánica. Los ilegales no apoyan el paro porque es problema que no les incumbe. Ellos trabajan al margen de la ley. Hay que estar aquí en Mazuko para darse cuenta de que
los mineros, los informales y los ilegales no actúan como un solo puño. No es verdad. Los informales buscan adecuarse
a las leyes, los ilegales solo desean que nadie los moleste. El acceso por el puente Ollanta, ubicado en el kilómetro 141 de la Interoceánica, se encuentra cerrado. Los manifestantes han soldado varas de metal para que nadie pase. Es la viva imagen de la incomunicación. Es el retrato del entrampamiento de las dos partes. Es una fotografía de una situación que en cualquier momento podría estallar si no aparece pronto luz al final del túnel.
Mineros informales vuelven hoy a reunirse con funcionarios de PCM
“No hemos arribado a ningún acuerdo, pero estamos seguros de que mañana (hoy) sí lo haremos”, dijo anoche el dirigente de la Conami, Esteban Siancas, a su salida de la reunión que sostuvieron los mineros informales con funcionarios de la Presidencia del Consejo de Ministros. La reunión continuará hoy, al mediodía, según Siancas, quien exhortó al Alto Comisionado de Asuntos de Formalizlación de la Minería e interdicción de la PCM, Daniel Urresti, a no continuar con las interdicciones mientras continúen las conversaciones.
Sin embargo, el dirigente aclaró que el paro de los mineros informales continúa en las 14 regiones donde se desarrolla esta actividad. Siancas sostuvo que la reunión ha sido positiva porque las autoridades han podido constatar las difi cultades que tienen los mineros informales para lograr su formalización en el marco de las actuales leyes. “Por eso pedimos la modificación de estas normas. No estamos pidiendo ampliaciones de plazos”, aclaró.
Destacó que no están defendiendo, ni intercediendo a favor de los ilegales de esta actividad. “Nuestra lucha es por los mineros informales”, enfatizó.
EN CIFRAS
30.000 Mineros informales trabajan en Madre de Dios, aproximadamente.
25.000 Serían los mineros ilegales en la misma región dedicados al oro.
2.000 Hectáreas en concesión reciben como máximo los pequeños mineros.
3.000 Metros cúbicos de tierra al día es lo único que pueden mover.
(La República)
