(Cortesía Andina.-) Los ex miembros del grupo "Colina" o "Destacamento de la Muerte", Isaac Paquiyauri y Fernando Lecca Esquén, afirmaron hoy en el juicio que se le sigue al ex dictador Alberto Fujimori, que la creación y las ejecuciones que perpetró el grupo Colina obedecieron a un plan de operaciones elaborado por altos mandos militares.
Paquiyauri señaló que no es posible que se haya conformado un grupo de este tipo sin conocimiento previo de la alta dirección del Ejército Peruano y el Servicio de Inteligencia, puesto que contaban con armamento especial, vehículos, entre otro tipo de equipos, para realizar los operativos que se ordenaba.
Manifestó que el grupo Colina, dirigido por el entonces capitán Santiago Martin Rivas, dependía directamente de la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dinte), dependencia que abastecía de equipos al "destacamento de la muerte"
"Para que haya este destacamento tiene que haber un plan de operaciones revisado y sacramentado, porque si hay una falla en ese plan de operaciones no hay intervención", indicó.
Sostuvo, además, que el entonces el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas Nicolás de Bari Hermoza Ríos, era quien finalmente daba la orden, y a quien se le rendía cuentas de los operativos que realizaba el grupo Colina.
Paquiyauri afirmó que la misión de este grupo militar no era capturar a las personas que sindicaban como terroristas, sino "aniquilarlos".
Manifestó que el operativo para la matanza en Barrios Altos, el 3 de noviembre de 1991, tampoco fue improvisado, sino que se ejecutó en base al plan de operaciones.
Por su parte, Lecca Esquén aseveró que ningún destacamento militar puede funcionar sin las órdenes de los altos mandos militares.
Sostuvo que los entrenamientos, antes de perpetrar la matanza de Barrios Altos, incluyeron el uso de una técnica israelí, consistente en efectuar disparos directamente contra la cabeza y el corazón.
El ex militar manifestó que los ex ‘colinas’ realizaron ensayos de incursión en inmuebles, los cuales incluían la letal técnica de "disparar a la cabeza o al corazón para eliminar al enemigo en un instante; es decir, entrar y realizar el tiro con precisión".
Aseveró que Colina era un destacamento del Ejército encargado de la búsqueda y captura de elementos subversivos, operando siempre al margen de la ley.
Recordó que había recomendado trasladar los cuerpos de las diez víctimas de la Universidad La Cantuta, debido a que estaban mal enterrados y, en algunos casos, había huellas del crimen perpetrado.
