El Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación al uso tradicional de la totora en el litoral de la costa norte del Perú, en reconocimiento a los pueblos relacionados con su utilización en esa región del país.
El uso de la totora es reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación. (Foto: Internet)
Mediante resolución 066-2013 VMPCIC-MC del Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, ese reconocimiento se extiende a las regiones de La Libertad, Lambayeque y Ancash, cuya tradición data desde la época de las culturas Mochica y Chimú.
La norma destaca que el uso de la totora en estas regiones se ha mantenido a lo largo del tiempo hasta la actualidad.
En el documento sustentatorio se señala que en cada zona de la costa norte se le ha dado diferentes usos a este noble vegetal, los cuales se encuentran en registros arqueológicos diversos entre los que destacan las cerámicas de Cupisnique Tardío, así como de las culturas Moche, Chancay y Chimú.
Asimismo se le encuentra en la iconografía de relieve en barro en el complejo arqueológico de Chan Chan, que representan embarcaciones hechas con este material, así como los vestigios de totora hallados en el sitio arqueológico de El Brujo.
Las comunidades costeras involucradas en la extracción, manejo y uso de la totora se vinculan socialmente a partir de estas actividades, lo que genera además una dinamización de la economía en cada lugar al estar vinculado su uso con actividades productivas como son la pesca, el comercio, la construcción de viviendas y la artesanía.
Para estos pueblos, en tal sentido, no es posible concebir la vida cotidiana sin sus costumbres vinculadas al uso y manejo de la totora y sin las tecnologías y prácticas particulares vinculadas al cultivo, transformación y utilización de este recurso natural.
Para ellos, la conservación del uso tradicional de la totora pasa por el reconocimiento, protección, estimulación de la continuidad y crecimiento de esta práctica ancestral viva.
La continuidad de esta tecnología de uso y manejo de la totora, constituye un saber tradicional vivo y vigente que ha perdurado de generación en generación desde la época prehispánica hasta la actualidad.
