Pagó 7000 soles por un lote de mamelucos, pero al revisar la mercancía esta se encontraba inservible. Reclama la devolución de su dinero pero los funcionarios de la SUNAT le advirtieron que no podría recuperarlo.
Exige que su inversión sea devuelta.
El pasado 29 de agosto la Sunat en la ciudad de Tacna organizó un remate de la mercadería abandonada que tenía en sus almacenes.
Al revisar la relación de mercancías, el comerciante José Noa Quispe viajó desde Juliaca para participar de la venta, interesado en un lote de mamelucos.
En total pagó S/. 7000 soles por 306 mamelucos marca Dupont pero al recibir el paquete se llevó una ingrata sorpresa. “Nos damos cuenta que no eran mamelucos era ropa desechable, overoles según el código de barras y lo que dice la caja, pero estos señores de la Sunat no han hecho el aforo físico correspondiente como debe ser”, mencionó.
Junto a las vestimentas había también 180 pares de guantes quirúrgicos que se encontraban deteriorados (gomosos según Noa) ya permanecieron 4 años internados en los almacenes de la SUNAT. Antigüedad que el comerciante desconocía al momento de hacer la compras.
“Yo reclamé en el momento, hable con el señor Galdós y me dijo que hable con el señor de Administración. Así me autorizaron que el día siguiente haga el internamiento de la mercadería (…) pero hay dos trabajadoras en cargadas de las administración del almacén que no autorizaron que se me reciba la mercadería, incluso cuando nosotros ya habíamos hecho el inventario de la entrega”, señaló.
Agregó que pese haber cumplido con los trámites respectivos nunca más lo llamaron y ante su insistencia la única respuesta que recibió fue que en los próximos días saldría una resolución para definir su caso, sin embargo advirtieron que su dinero no sería devuelto.
“Prácticamente me han estafado porque han hecho la publicación muy mal, me dieron ropa desechable”.
DATO
En su intento por vender el lote de mamelucos y guantes indagó sobre el destino que tenía la mercancía antes de ser abandonada. Es así como se enteró que debía ser entregada en Toquepala, por eso se dirigió hasta el referido lugar para ofrecer la mercadería “pero nos dijeron que ya no sirve”.