La defensa del exmandatario Alberto Fujimori apuesta hoy por el «espectáculo» al mostrarlo con una imagen deteriorada con el fin de generar lástima y crear las condiciones para pedir nuevamente una excarcelación o el indulto, opinó el exprocurador anticorrupción, José Ugaz.
El expresidente de Perú Alberto Fujimori llega a una audiencia en un tribunal de Lima el 17 de octubre de 2013 (AFP)
En función a lo visto el jueves en el inicio del juicio oral por el caso «diarios chicha» -cuya línea editorial fue comprada para demoler la imagen de los adversarios de Fujimori- consideró posible que algunos sientan piedad por él y estimen inadecuado que se le juzgue o que habría una inexistente persecución.
«Esto, de rebote, podría eventualmente servir también para beneficiar la candidatura de su partido con miras a las próximas elecciones generales, pues no hay que olvidar que el pueblo se mueve por razones emocionales», advirtió.
Según dijo, la estrategia de la defensa era algo que se esperaba y está dirigida a trabar y dilatar el proceso el mayor tiempo posible, y cuestionar la legitimidad de la sala pese a que la intervención de esta se encuentra justificada.
«Con el anterior abogado seguramente se aceptaban los cargos por tener una pena menor a la condena que ya posee, pero con el nuevo abogado la estrategia parece apuntar a la manipulación del proceso», declaró a la Agencia Andina.
El exprocurador comentó que la sala actuó con prudencia ante lo sucedido en la primera audiencia, en la que Fujimori se presentó desaliñado e, incluso, con un aparato para medir su presión; pero opinó que las magistradas seguramente tomarán las medidas necesarias para que las manipulaciones no se repitan.
Recordó que si bien el exmandatario puede afrontar un proceso depresivo, su salud, conforme a lo determinado por los médicos, no le impide asistir a este proceso que permitirá esclarecer cómo fue el manejo de medios en su régimen.
Señaló, en ese sentido, que el juicio por los diarios chicha evidenciará la falta de respeto y menosprecio que el exmandatario tuvo por la libertad de expresión y libre circulación de ideas, que es el sustento de la democracia.
Mencionó que dicha prensa fue comprada con recursos del Estado para ser usada como un «arma para atacar» a enemigos políticos del régimen fujimorista y a los periodistas independientes que investigaban los actos de corrupción y otros delitos que se cometían en la década de los noventa.
