El aumento de la drogadicción y la aparición de nuevas drogas cada vez más peligrosas para la juventud, hacen necesario mayor drasticidad en las normas legales para sancionar a los delincuentes que se encargan de distribuirla en los colegios, pues muchos distribuidores son detenidos e inmediatamente liberados, sin que se pueda evitar que sigan haciendo daño a la juventud.
Esa fue una de las conclusiones a las que llegaron los asistentes al taller de trabajo sobre la "Situación del niño, niña y adolescente que se encuentran en abandono y riesgo" organizado por el despacho de la congresista Mercedes Cabanillas Bustamante y el Colegio de Trabajadores Sociales del Perú (CTSP).
El taller realizado en horas de la tarde del viernes 15 y al que asistieron cerca de cien representantes de entidades gubernamentales, organismos privados, comunidades sociales y padres de familia, que hacen frente a la problemática, sirvió para analizar el tema y plantear alternativas.
Otros problemas identificados durante el evento, fueron el alto porcentaje de adolescentes embarazadas, la violencia familiar, el pandillaje, la falta de responsabilidad y orientación de las familias, la prostitución infantil, la colusión de algunas autoridades para delinquir y la falta de oportunidades laborales.
También destacaron algunos lineamientos de política gubernamental aplicados en el sector, como el sistema Integral de Salud (SIS), las defensorías y las campañas que realiza el Estado sobre diversos casos.
Recomendaron una mayor participación de los trabajadores sociales como especializados en el tema social, aumento del número de defensorías, presupuesto para los jóvenes en riesgo, capacitación de la comunidad y aumento de posibilidades laborales en Projoven y sensibilización a los padres de familia para que asuman una conducta más responsable frente a sus hijos.
En horas de la mañana, en que fue inaugurado el evento, la doctora Cabanillas Bustamante, sugirió que el Inabif se encargue de recoger a los menores de edad dedicados a maniobras malabarísticas peligrosas en las pistas, porque ponen en riesgo sus vidas, sin que sus padres, que muchas veces se encuentran cerca, hagan algo por evitarlo.