Adicción fatal. Cibernéticos integraban dos \’familias\’ rivales de \’\’Audition Latino\’\’, un juego por internet donde intercambiaron insultos y amenazas. La muerte de Diego Lara (19) es el primer caso en relación con la adicción a los juegos en red.
VIDEO. El asesinato del joven padre de familia ha causado conmoción en su barrio de Santa María, en San Juan de Lurigancho. Familia de la víctima pidió que el delito no quede impune. (Foto: La República)
Internet es una herramienta fenomenal, pero también un espacio peligroso para algunos jóvenes, adictos al ciberespacio, como ocurrió ayer con el asesinato de un padre de familia de 19 años, quien fue apuñalado por el amor de una mujer virtual.
Diego Lara Berrocal, llamado Diablito en el popular videojuego Audition Latino, fue atacado por su contrincante El Cangri, otro fanático de este mundo cibernético.
Durante el enfrentamiento también resultó herido de gravedad Luis López Chuquilahua, amigo de Diego, a quien trató de defender. Ambos integraban una familia denominada Black Mom, de San Juan de Lurigancho.
El Cangri, sin embargo, es cabecilla de otra comunidad llamada Mexita Tu CPL, compuesta por jóvenes de Vitarte y Ventanilla. La Policía lo tiene plenamente identificado.
CRIMEN EN EL PARQUE
De acuerdo al testimonio de varios adolescentes, la discusión entre los jugadores se inició en una sala de internet de la avenida Arenales, donde los participantes viven en unmundo virtual.
“La pelea se habría producido por el amor de una chica y el robo de una sala de juegos”, reveló un agente de la División de Homicidios.
El enfrentamiento ocurrió de madrugada en el parque Cervantes, cerca del Estadio Nacional, donde los fanáticos del popular videojuego se reúnen todos los sábados.
Diego Lara fue cercado por unos 15 sujetos y recibió tres puñaladas en la espalda, mientras que su amigo Luis López, fue herido en una de las piernas. Este permanece en el hospital Dos de Mayo.
Diego estaba casado con Leslie Espinoza, con quien tiene un hijo de tres meses. Su padre, Guido Lara, dijo que era un chico que trabajaba para mantener a su familia, aunque reconoció su afición por los videojuegos. «En su cuenta de Facebook lo habían amenazado», afirmó.
(La Repúbica)