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Alcalde Carita \”su futuro político está arruinado\”

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A través de una carta abierta el reconocido psicólogo Enrique Azócar ratificó su descontento con la forma de gobernar del alcalde provincial de Tacna señalando que \”carece de capacidad para la negociación política y para la resolución de conflictos\” lo que ha ocasionado un daño irreversible a su gestión.

Enrique Azócar, psicólogo.

Probablemente esta carta caiga en saco roto como mi carta anterior donde expuse algunas ideas en torno a cómo el Alcalde provincial de Tacna viene gestionando los conflictos con la mayoría de los regidores de la comuna provincial. Sin embargo insistiré en expresar mi frustración como ciudadano ante tamaña metedura de pata del sr. Alcalde que terco y pertinaz continúa ejerciendo un estilo de gobierno que la sensatez y el sentido común ya ha definido como fracasado.

El sr. Alcalde carece de capacidad para la negociación política y para la resolución de conflictos, pues su estilo confrontacional y de revancha (de toma y daca) le viene haciendo un daño irreversible a su gestión. A estas alturas su futuro político está arruinado. Me he preguntado ¿en qué momento dejó de pensar racionalmente?, ¿en qué momento dejó de actuar con inteligencia emocional?, ¿por qué se dejó llevar por la tozudez al defender posiciones insostenibles?, ¿en qué se basa su lealtad (que más parece complicidad) con su asesor en seguridad ciudadana?, ¿por qué echó al basurero su ideario y programa político?

Seguramente estas preguntas no encuentren respuestas en el propio Alcalde. Sin embargo, estoy seguro que cuando deje el sillón municipal se arrepentirá de haberse dejado llevar por las emociones, el encono, y la revancha. Pero creo que cuando la hora de la reflexión llegue, cuando el análisis desapasionado de su gestión comience, el sr. Alcalde se verá tentado a buscar otros culpables de su pésima y conflictiva gestión. Me pregunto, ¿a quién o a quienes culpará el sr. Alcalde?, ¿dirá acaso que sus asesores le instruyeron con desacierto?, ¿se dirá asimismo que desperdició su futuro político por su escaso autocontrol emocional?

Si en esas horas reflexivas (que ojala lleguen) el sr. Alcalde es honesto consigo mismo, entenderá que la garantía de una gestión exitosa no son los títulos o grados universitarios sino su capacidad para escuchar, para manejar sus propias emociones, para ser empático, para comunicarse asertivamente, para saber negociar y por último, para entender los intereses de sus interlocutores. Usted sr. Alcalde carece de la más mínima capacidad para subordinar sus emociones a favor de la razón, de la lógica y el sentido común.

Sr. Alcalde, son varias las consecuencias que se desprenden de su escasa inteligencia emocional. La primera es su fracasada carrera política. El segundo efecto de su deplorable gestión es la ausencia de una dirección clara, de un programa viable de gobierno municipal. La tercera consecuencia, es que su pésima capacidad de negociación política ha revivido a un ex Alcalde de ingrata recordación, pues usted ha permitido que los ciudadanos comparen la capacidad de gestión entre un Alcalde premunido de altos grados académicos y más de un título universitario, y otro ex Alcalde que apenas había cursado estudios primarios. Sepa usted que en esta comparación sale perdiendo usted. Esta es una de las peores consecuencias de su pésima gestión. Después que usted se haya ido del municipio provincial no importará exhibir títulos ni grados universitarios en la hoja de vida para tentar cargos políticos, pues el ciudadano corriente recordará que usted tenía hasta un grado de Doctor y más de un título universitario, pero no comprendía las mínimas reglas del diálogo, de la negociación, de trabajo conjunto.

Y luego de algunos meses de escrita mi primera carta pública, usted continúa con la reyerta política. Su estilo de gestión de los conflictos (que además resultan inevitables en toda gestión, en toda dirección de un grupo humano) ha sido la confrontación, la pelea enconada. Usted no cede, no negocia, usted polariza, usted actúa con revancha. Su forma de gestionar los conflictos con sus regidores puede definirse así: “por cada golpe recibido yo devuelvo dos”, o quizás: “tú me pegas, yo te pego más”. Una pregunta adicional para usted: ¿se ha preguntado alguna vez adónde lleva esta riña infantil entre usted y sus regidores?, se ha preguntado ¿quién gana o quién pierde? Sr. Alcalde, su gestión ha hecho perder a todos. Sí, a todos. Usted es el primer perdedor, pues su ideario y su programa no se cumplieron. Sus votantes perdieron, pues la decepción y la frustración han reemplazado la esperanza. Pierden los vecinos, pues no se hicieron las obras ni se implementaron los cambios que la ciudad exige en seguridad, en trasporte, en limpieza y en ornato público.

No sólo está usted atrapado en sus sentimientos de revancha y hostilidad contra sus regidores, sino que el haber perdido la brújula de su gestión se ha visto incluso involucrado en hechos punibles: el manejo de la crisis de los serenos como guardianes en su domicilio y la protección de un sentenciado responsable de la seguridad ciudadana de la provincia.

Pero, seguramente usted dirá al leer estas páginas que estoy siendo sesgado y hasta parcializado a favor de sus regidores. Sin embargo, recuerde que el Alcalde es como el capitán del barco. Debe saber gobernar la nave. No importa si los marineros se amotinan. La responsabilidad es siempre del capitán. Es vergonzoso para un general (y a usted le agrada la milicia) echar la culpa de su derrota a la tropa. Si usted hubiera tenido éxito, sería recordado usted y no los regidores. Y ahora que ha fracasado, ¿culpará a sus regidores y no a su incapacidad para gestionar ya no sólo el municipio, sino sus propias emociones?

Su epitafio político llevará la siguiente inscripción: “Aquí yace un hombre docto que sucumbió a sus propios arrebatos”.

Tacna, 11 de abril de 2014

Atte,

Rafael Enrique Azócar Prado

DNI Nº 22096520