Los pescadores artesanales que apoyan la incursión de bolicheras y naves industriales en las 5 millas de protección utilizan un argumento "patriótico" para justificar su posición. Según lo expresado por el dirigente Zoilo González, representante de 21 de las 23 asociaciones de artesanales de Tacna, la apertura de ventanas aprovechará un recurso que es pescado de todas maneras en Chile.
"Es un tema patriótico por el que tomamos esta decisión… es mejor que pesquen acá, para que (las anchovetas) no se vayan a Chile, donde del 100% de la pesca el 75% lo hacen entre Arica e Iquique", señaló González en entrevista con Radio Uno.
Según el dirigente el recurso no mermará, porque los períodos de desove suceden en otras etapas del año; además se permitirá un control efectivo de lo que saquen los industriales, cosa que no sucedía antes de la emisión de la norma.
"Con este régimen, la pesca en el sur van a ser controlada, vamos a ser incluidos en convenios y vamos a hacer control y vigilancia", agregó.
Sin embargo, González no supo responder al cuestionamiento hecho sobre el pago de 10 nuevos soles por tonelada extraída, contribución que no debería ser aceptada si es que es tan beneficiosa la presencia de bolicheras y otras naves industriales, tal como lo argumentan.
El trasfondo de todo son los 3 millones de nuevos soles que aportarán por campaña las industrias de harina de pescado, dinero que será manejado por un comité conformado por la Gerencia Regional de Desarrollo Económico, dos representantes de las asociaciones de artesanales y dos representantes de los industriales.
Los que apoyan la creación de ventanas se justifican en la exclusión económica que sufren, pero jamás han acudido a las formulaciones de presupuestos participativos de los gobiernos locales o regionales de su jurisdicción, de donde podrían obtener fondos para obras y proyectos mayores a los 3 millones de nuevos soles que recabarán por la depredación de la franja protegida.