El equipo había sido instalado a inmediaciones del Cristo Redentor en abril del 2014, pero en diciembre de ese año alguien lo retiró perjudicando la labor de los científicos que estudian la actividad sísmica en el sur del Perú.
Equipos fueron instalados con el objetivo de medir las repercusiones de los terremotos ocurridos en Iquique.
Pese a los múltiples llamados de los científicos de la universidad inglesa de Liverpool para que se devuelva el sismógrafo sustraído en Boca del Río, hasta el momento no se tiene información sobre la ubicación del equipo.
En diálogo con RADIO UNO el ingeniero Jorge Barriga Gamarra recordó que la estación de monitoreo fue instalada a inmediaciones del Cristo Redentor en abril del 2014, con el objetivo de registrar los movimientos sísmicos en el sur peruano, y medir las repercusiones de los terremotos ocurridos en Iquique (Chile).
Detalló que la estación fue colocada bajo tierra y están compuestas por un sensor que mide el movimiento del suelo, un digitalizador, una antena GPS, que determina el momento y lugar en que se produce el movimiento; y una batería. Todo en conjunto es de regular tamaño y no supera los 7 kilos.
Cabe resaltar que la estación en Boca del Río, forma parte de una red de 13 estaciones instaladas entre Moquegua y Tacna en coordinación con el Instituto Geofísico del Perú y la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann (UNJBG).
Barriga Gamarra explicó que el equipo contiene una memoria que guarda valiosa información sobre la actividad sísmica en Tacna, sin la cual no podrán completar los datos del programa de investigación que llevan adelante en esta zona del territorio peruano.
Es por eso que urge la devolución del sismógrafo que solo puede ser utilizado por científicos y no tiene ningún valor para otros fines.
Cualquier información sírvase llamar al número 952-964849 o acercarse a la UNJBG.