A través de un documento que presentó el gobierno chileno a la Corte de La Haya, en el litigio con Bolivia, bautiza como Punto 1 al Punto Concordia difiriendo lo que dispone el Tratado de 1929. Al respecto el Internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay señaló que el vecino país «continúa con su práctica engañosa en el derecho internacional»cometiendo «un acto grave» al desnaturalizar la esencia misma de lo que significa el respeto a la intangibilidad de los tratados.
Internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay.
El Internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay cuestionó que el Gobierno de Chile presentara en la demanda que Bolivia ha presentado ante la corte de La Haya para obligar a ese país a negociar una salida al mar, un mapa en el que bautiza al inicio de la frontera terrestre con el Perú como Punto 1 difiriendo lo que dispone el Tratado de 1929, firmado por ambos países, en el sentido de que el inicio de la frontera terrestre se denominará Punto Concordia.
«En este proceso que hemos visto, se ha revelado para sorpresa de unos y para la visión objetiva de otros como Chile continúa con su práctica engañosa en el derecho internacional, coludiendo con el sistema internacional cuando ha mostrado un mapa en el que se refieren al punto Concordia, establecido en el tratado de 1929 de manera clara y fehaciente, lo refieren como punto número 1. Denominarlo de una manera distinta ya es un impacto negativo frente a un tratado, suscrito por los dos países donde los términos, y los considerando son inalterables, ninguna de las partes puede cambiar nominaciones, eso es un acto de falsedad jurídica al que Chile ha cometido impresionando a la Corte Internacional de Justicia y sorprendiéndola , y eso evidentemente retrotrae toda la confianza que los dos países Perú y Chile estaban volviendo a reconstruir a partir del flagelo último del espionaje cometido por Chile«, mencionó.
Agregó que decir que el punto Concordia tiene otro nombre «es un riesgo y un acto grave» porque desnaturaliza la esencia misma de lo que significa el respeto a la intangibilidad de los tratados en su forma y en su fondo. «Y Chile busca una vez más confundir a la opinión pública internacional, ya lo ha hecho antes, en el tiempo en que al hito numero 1 lo llamo hito de la Concordia para justamente crear una confusión con relación al punto Concordia que está en la orilla del mar y que es un punto distinto. (…) Evidentemente ellos insisten en esta visión tan errada de sostener que el triángulo terrestre es chileno porque de otra manera no se explica porque le han cambiado el nombre al punto Concordia».
Para Rodríguez Mackay el punto Concordia para Chile es inexistente, y por eso desconoce o niega lo que dice realmente el artículo 2 del tratado de Lima de 1929 del 3 de junio, donde se establece claramente de manera expresa que el punto Concordia está ubicado en la orilla del mar y que es además elpunto de inicio de la frontera terrestre entre los dos países.
Recordó que al año siguiente de la firma del tratado se realizó el trabajo demarcatorio, que se distingue del trabajo de la delimitación, pues la delimitación es un trabajo matemático de salón con coordenadas geográficas establecidas en un tratado, y la demarcación en cambio es un trabajo físico de campo donde las partes redactan y levantan un acta en el que están de acuerdo con la colocación de los hitos.
«La regla es que la demarcación debe seguirle a la delimitación, es decir, el mojón de cemento que debió ser colocado como hito en la orilla del mar no se pudo hacer porque el mar en esa zona arenosa es muy endeble y se hubieran llevado pues ese mojón de cemento, entonces las partes, la comisión mixta peruano chilena, acordó que el mojón de cemento se colocaría tierra adentro a 264 metros y se levantó un acta y esa colocación se ha denominado el hito 1, pero no es el inicio de ninguna frontera de nada, es una referencia que de manera bilateral y acordada se colocó tierra adentro y Chile ha querido sorprender desde entonces, en la tesis de que el inicio del límite terrestre es el hito 1 cuando todos sabemos que eso no es verdad porque el propio tratado establece que es el punto Concordia«, mencionó.
Es por eso que expresó que Chile mantiene «una visión engañosa y de mala fe que colude con el principio de confianza internacional entre estados y por eso parece no importarle su relación con el Perú. «El Perú ha sido extraordinariamente benévolo, hemos dado la vuelta a la página en muchas oportunidades, pero creo que la circunstancia con el caso boliviano a Chile no le interesa nada y por eso incluso sorprende a la corte. Lo inmediato es que la canciller de la república Ana María Sánchez, en una conferencia de prensa, debería explicar el modus operandi de la acción internacional del Perú frente a la Corte Internacional de Justicia para enviar una pieza escrita de observación y llamada de atención por el acto cometido por Chile. El Perú no puede tener una política exterior impávida o del silencio o de omisión, creo que es importante y es necesario que seamos sumamente proactivos y la cancillería de la república debe estar en ese nivel, porque no podemos aceptar una vez más que Chile siga tejiendo y tramando una tesis absolutamente proscrita«, refirió.