Adquirió el producto en la pastelería »El Hornito» para festejar su cumpleaños, pero luego de repartir la torta entre sus amigos, se percataron que estaba »hongueada».
El hijo del afectado fue quien se percato del mal estado del pastel. (Foto: Radio Uno)
Con torta en mano, Guillermo Calizaya llegó hasta las instalaciones de Radio Uno a fin de efectuar una denuncia pública contra la pastelería ‘‘El Hornito’’, muy conocida en la ciudad. Y es que, el producto adquirido la noche del lunes por 42 soles con motivo de su cumpleaños, estaba en pésimo estado.
Contó que luego de cantar el ‘‘cumpleaños feliz’’ y repartir el pastel a sus amigos, fue su pequeño hijo quien le advirtió de un color verde en la torta. Al acercarse notó que el producto estaba ‘‘hongueado’’.
‘‘Lo compre para festejar mi cumpleaños y después de cantar happy birthday y morder la torta y repartirla a los familiares, mi hijo y amigos que vinieron, me di con la sorpresa de que la torta estaba hongueada’’, aseveró.
Finalizada la reunión tuvo que comunicarse con cada uno de sus invitados que había despachado antes con un pedazo de torta advirtiéndoles de que no ingieran el producto porque tenía hongos.
Esta mañana acudió al establecimiento, ubicado en la esquina de la avenida Dos de Mayo con Hipólito Unanue, a modo de efectuar el reclamo y si bien le ofrecieron cambiarle el producto e inclusive devolverle el dinero, Calizaya no aceptó pues les advirtió que interpondrá una denuncia ante la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA).
Y es que no sería la primera vez en la que tuvo este mismo problema. Aseguró que en otra ocasión compró un pionono en el lugar, pero éste estaba rancio, reclamó y se lo cambiaron, pero no tolerará que nuevamente se repita este tipo de casos. ‘‘Pudo haberle sucedido a cualquier otra persona. La primera vez pudo ser pero una segunda no’’, comentó.
Irregularidades. Refirió que pudo observar que la caja de la torta contaba con fecha de vencimiento del 15 de junio, pero a la hora de llevarla a su casa, este sticker no estaba, por lo que presume que este indicativo es retirado una vez hecha la venta.
Asimismo dijo que no recibió la boleta de venta correspondiente, pese a que estuvo esperando unos minutos.
El día de reclamo, la vendedora se resistió a darle el cuaderno de reclamos, es recién cuando le advirtió que denunciaria su negación ante indecopi que accedieron.
Una vez hecha la denuncia pública, Calizaya llevó la torta a Digesa para formalizar su queja.