Muchos de los casos que alberga la institución son de niños abandonados a pocas horas de nacidos o rescatados de hogares donde la violencia era el pan de cada día.
La Aldea San Pedro cumplió este jueves 28 años de trabajo a favor de la niñez desprotegida de la región y lo hizo con una ceremonia en la que participaron los 45 menores albergados, madres, tías sustitutas y el director de la institución Félix Aguilar Torres.
El director de la institución recordó que muchos de estos menores llegaron a la institución por mandato judicial al haber sido declarados en abandono físico o moral por sus padres de familia.
Y es que la vida de estos menores no ha sido fácil, en muchos de los casos fueron abandonados a pocas horas de nacidos, como el pequeño Max Salvador que tras haber sido hallado en un descampado, ahora es un niño robusto y sano de casi ocho meses que sus madres y hermanos cuidan con agrado.
“La vida de estos niños no ha sido fácil pero estamos trabajando para que eso cambie y que se hagan jóvenes de bien que aporten a la sociedad y lo estamos logrando”, indicó Aguilar.
Daniel Corila Huanca, exalbergado de esta institución acudió a la ceremonia para entregar su testimonio de vida. Tras salir a los 18 años del que fue su hogar, ahora se desempeña como entrenador deportivo y fortalece habilidades en niños.
“Mi vida no fue como la de otros niños, pero aquí conseguí el amor que en otro lado me negaron, ahora yo le hablo a mis hermanos y les digo que aprovechen todo lo que aquí les brinda, disfruten de esta familia que tienen, es la mejor que Dios les pudo enviar”, indicó.
La ceremonia por el aniversario de la Aldea San Pedro contó con la participación del vicegobernador Guzmán Fernández Delgado, quien comprometió la participación activa del Gobierno Regional para seguir trabajando por el bienestar de los niños.
