Este será el último año en el que la imagen del Señor de Locumba salga en procesión, pues Obispo anunció que se ordenó una replica a fin de evitar daños a la imagen original que tiene un aproximado de 380 años de antigüedad.
Saldrá en procesión por última vez el 14 de setiembre.
El Obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua, Monseñor Marco Antonio Cortes anunció que este año será el último en el cual la imagen del Señor de Locumba salga en procesión, pues los 380 años (aprox.) que pesan sobre esta le han pasado factura por lo que a fin de evitar daños en su delicado esculpido, dio a conocer que se ordenó realizar una réplica de la imagen religiosa la cual estará llegando a Tacna entre el jueves y viernes. La misma saldrá a partir de la segunda procesión.
Asimismo comunicó que se viene gestionando la posibilidad de convertir el Santuario del Señor de Locumba en una basílica menor, teniendo en cuenta la gran cantidad de fieles que llegan a la misma y más aún sabiendo que la festividad fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
Esta denominación debe ser dada por el santo padre Francisco y para ello debe hacerse mejoras al actual templo y ampliar otras áreas para la atención de los peregrinos y puedan confesarse, mencionó el representante del clérigo en la región.
Según el obispo el trámite puede demandar entre dos a cinco años y para ello las autoridades deben comprometerse con un presupuesto para hacer las mejoras del santuario del Señor de Locumba y reunir otros requisitos necesarios para ello propone la creación de un patronato en la región.
Recordó que una basílica menor puede albergar hasta 100 mil peregrinos, en el país se cuenta con cuatro basílicas menores entre ellas la del Señor de los Milagros, del Carmen en Lima y Paita.
Cabe mencionar que según datos de la Dirección Regional de Cultura, alrededor de 120 mil feligreses se trasladan al valle de Locumba para participar de la fiesta cada 14 de setiembre.
Así también anunció la construcción de rampas en el santuario para facilitar el ingreso de personas con discapacidad que llegan al santuario.