Para el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay, el Perú no está obligado a ir solo porque Chile afirme que hay un conflicto.
Considera que Bachelet trata de aprovechar el momento político
Miguel Ángel Rodríguez Mackay, internacionalista, considera que al día de hoy existen dos delimitaciones, una terrestre establecida en 1929 con el Tratado de Lima y la otra del 2014 que se resolvió en La Haya.
Las cosas están claras para el derecho, para la Corte Internacional de Justicia, para el Perú y para Chile aunque no quiera reconocerlo. Añade que es preocupante que Chile haga la agenda política peruana, la creación del distrito La Yarada – Los Palos es un asunto estrictamente del derecho interno y nacional. “El Perú puede crear los distritos que considere convenientes.”
Para el internacionalista el Perú no tiene nada que temer, por el contrario, la ley debe ser promulgada de una vez, “no se puede esperar mejores coyunturas, es absurdo”, acotó.
Rodríguez Mackay señala que la presidenta Michelle Bachelet nunca tuvo tan poca aprobación durante su gobierno como ahora que no llega ni al 22%, en este contexto está buscando un espacio para revitalizarse, “está mal que quiera valerse de un absurdo” creando lo inconsistente donde se quiere alterar el verdadero derecho consagrado en la relación bilateral.
Miremos con mucha tranquilidad este asunto, manejémoslo diplomáticamente de la mejor manera, para que no se termine estropeando la relación con Chile, que ni a uno ni a otro conviene.
Este clima lo ha creado Chile no el Perú, y esto no debe influir en el presidente para la aprobación del distrito La Yarada – Los Palos.
El Perú no tiene ninguna controversia con Chile, nadie puede alterar la literialiedad del Tratado que dice textualmente que el punto de inicio es el Punto Concordia. No podríamos ir a un arbitraje solo porque Chile diga que existe una controversia, ya que es un acto voluntario y ambos deben estar de acuerdo, el ámbito arbitral tiene sus espacios de riesgo porque el árbitro dicta un laudo arbitral y las partes lo asumen de manera obligatoria como acto vinculante.