33 años han pasado desde que 8 periodistas se convirtieron en mártires de la información.
Aún no hay justicia para los ocho hombres de prensa de Uchuraccay.
El 26 de enero de 1983, los periodistas Willy Retto, Jorge Luis Mendívil Trelles, Eduardo de la Piniella, Octavio Infante, Amador García, Pedro Sánchez, Félix Gavilán y Jorge Sedano Falcón llegaron a la alejada comunidad ayacuchana de Uchuraccay. Nunca más regresaron.
En un confuso incidente los ocho periodistas, junto a su guía, fueron acusados de ser terroristas y posteriormente asesinados por los comuneros de la zona. De poco sirvieron las identificaciones y las palabras para aclarar la situación (incluso uno de los comuneros de la zona los defendió pero sufrió el mismo destino). Los campesinos habían recibido instrucciones estrictas de altos mandos de la Guardia Nacional de tratar con hostilidad a todos aquellos que llegaran a la zona por automóviles.
Sin embargo, casi tres décadas han pasado desde aquel atroz asesinato y este aún configura uno de los casos menos esclarecidos del conflicto armado interno que se vivió en nuestro país. Tres comisiones han intentado despuntar las interrogantes, sin embargo ante el hermetismo de las circunstancias, nunca será innecesario el recuento de los hechos que llevaron a este mortal desenlace.
El asesinato de los periodistas generó dos investigaciones, según las cuales, habrían participado en la matanza unas cuarenta personas, entre varones y mujeres, jóvenes y adultos, muchos de ellos bajo la presión de las autoridades.
La primera estuvo a cargo de la Comisión Investigadora de los Sucesos de Uchuraccay nombrada por el presidente Fernando Belaunde Terry el 2 de febrero de 1983 y presidida por el escritor Mario Vargas Llosa, la cual presentó su informe un mes después, señalando como responsables a los campesinos de Uchuraccay.
La segunda investigación fue realizada por el Poder Judicial, mediante un proceso penal sumamente confuso y dilatado, cuyo fallo definitivo fue emitido el 9 de marzo de 1987, sentenciando por homicidio a los campesinos Dionisio Morales Pérez, Simeón Auccatoma Quispe y Mariano Ccasani Gonzáles, y ordenando la captura de otros catorce campesinos de Uchuraccay.
LIBRO
Como es sabido en enero del 2015, los periodistas Víctor y Jaime Tipe Sánchez lanzaron el libro «Uchuraccay, el pueblo donde morían los que llegaban a pie», en conmemoración al fatídico 26 de enero de 1983.
En comunicación con Radio Uno, Víctor Tipe dio a conocer que la obra demandó 2 años de investigación lo cual permitió develar algunos datos que eran desconocidos como que los pobladores de Uchuraccay sufrieron una serie de asesinatos a manos de terroristas por lo que se armaron de valor y acordaron enfrentarlos motivando la muerte de un grupo de terroristas, es este hecho lo que motivó la presencia de los hombres de prensa en la zona. Inclusive poco antes de que llegaran, cinco terroristas fueron asesinados.
Los periodistas solo buscaban la noticia sin pensar que ellos serían parte de ella.
