Aunque se trata de la sexta vez que la tubería se rompe e inunda las viviendas de la Asociación Jerusalén Nueva Esperanza en Pocollay, la empresa de agua solo da paliativos pero no una solución concreta que ponga fin a los aniegos.
Jimmy Silva, Jefe de Operaciones de la EPS.
Tras registrarse un aniego de grandes proporciones en la Asociación Jerusalén Nueva Esperanza, en el distrito de Pocollay, afectando las calles y causando serios daños en los pisos y cimientos de los viviendas además de dejar inservibles numerosos bienes, el Jefe de Operaciones de la EPS, Jimmy Silva, informó que tras conocer la emergencia ordenó el corte del servicio además del envío de maquinaria.
“El corte de servicio se ha realizado sin embargo por la magnitud de la tubería, y por la lejanía del reservorio, la disminución en el caudal de la fuga ha sido un poco lenta, esto ha motivado que la inundación continúe“, dijo.
Agregó que se trata de una tubería que tiene un diámetro de 10 pulgadas, uno de los más grandes y difíciles de reparar.
Consultado sobre los esfuerzos que viene haciendo la EPS ante este hecho que ocurre por sexta vez, perjudicando a las familias del sector, el ingeniero solo atinó a decir que evaluarán las medidas que adoptarán en adelante.
“Por el reporte que tenemos hay una sobrepresión en la tubería, necesariamente se está haciendo la evaluación y vamos a tener que instalar una válvula especial que permita regular de alguna manera la presión que se está otorgando a esa zona porque es un poco alta y eso puede ser el motivo que se esté rompiendo“, señaló.
Aclaró que “son tuberías matrices de 10 pulgadas y la inversión demanda bastante presupuesto, la misma adquisición de la válvula demanda un tiempo”.
Sobre el resarcimiento a los afectados sostuvo que ya hablaron con la aseguradora para que analice los casos, pero recalcó que cada familia damnificada deberá presentar una constatación policial además de una serie de requisitos e incluso fotos y filmaciones para recuperar sus bienes perdidos.
