Aseguró que el magistrado Rolando Sevincha tuvo una actitud prepotente y abusiva y no permitió que culminara su exposición durante la audiencia. Además cedió la palabra al acusado -quien no mostró arrepentimiento- y no escuchó el testimonio de la víctima.
Fiscal Iris León Bravo.
Aunque su papel era defender a una mujer que fue brutalmente golpeada por su esposo, la fiscal Iris León Bravo, terminó siendo víctima de agresión por parte del juez Rolando Sevincha.
Así lo aseguró en declaraciones a RADIO UNO donde detalló que durante la audiencia -realizada la tarde de ayer miércoles- el magistrado tuvo una actitud prepotente y abusiva y no permitió que culminara su exposición sobre el requerimiento de prisión preventiva para Simón Catacora Catacora denunciado por el presunto delito de feminicidio en grado de tentativa y lesiones leves.
«Él (el juez Rolando Sevincha) ya estaba contaminado al momento que ha resuelto. Él sale con el pleno conocimiento y convicción de declarar infundado nuestro requerimiento, es lo que ha pasado y estaba un representante de Radio Uno quien ha podido ver todo ello y del maltrato del que he sido víctima y por el que además vamos a tomar las acciones pertinentes a través de presidencia de la Junta de Fiscales, puesto que, no soy la única fiscal agredida, también es mi colega miembro de la Fiscalía Corporativa de Gregorio Albarracín, quien también de forma reiterada ha sido víctima de trato abusivo«, señaló.
Agregó que han solicitado el audio de la audiencia para presentarlo como evidencia de los maltratos recibidos.
CONDICIÓN DE MUJER
La fiscal reiteró que durante la audiencia el magistrado no permitió que culminara su exposición y de manera reiterativa tuvo un comportamiento agresivo con ella.
«Al Ministerio Público nos recortó, y está grabado en audio, parte de nuestra fundamentación. Yo reclamé ello al juez y el simplemente increpó –de forma prepotente- que el juez era él y que él dirigía la audiencia. Me cortó no me dejó terminar de fundamentar. Por eso digo que también he sido víctima de esta agresión, yo no sé si es realmente por mi condición de mujer, pero ya es reiterativo», acotó.
NO MIRÓ A LA VÍCTIMA
En otro momento recalcó que el juez, al final del debate, cedió el uso de la palabra al imputado pero «en ningún momento le cede el uso de la palabra a la agraviada. La víctima estuvo llorando durante audiencia y (el juez) tampoco levantó la mirada siquiera para poder ver el estado en que esta se encontraba».