Experimento social reveló quiénes son prioridad para algunas personas. El resultado te sorprenderá.
Increíble pero este tipo de resultados es más común de lo que parece.
En medio de Manhattan, en Nueva York, el medio británico Daily Mail realizó un experimento social para comprobar la reacción de los transeúntes al ver abandonados a un niño, una niña, un gato y un perro.
En distintos lugares del transitado Washington Square Park se colocaron a Sam, un niño de 6 años, por otro lado a Carly, una niña de la misma edad, una gata llamada Sra. Parberry y un perro llamado Charlie, quienes eran monitoreados por cámaras ocultas.
Los resultados del experimento fueron sorprendentes. A los 3 minutos de iniciado el conteo, una mujer se detuvo para ayudar a Carly, la niña de 6 años que decía estar pérdida frente a un árbol. La mujer que ayudó a la niña aseguró que su «radar de madre» ayudó a detectar el problema. Lo lógico hubiese sido que el siguiente rescatado sea también el niño, aunque desde aquí, el experimento arrojó resultados sorprendentes.
A los 4 minutos y 36 segundos, el siguiente rescatado fue Charlie, el perro. Y casualmente la bondadosa mujer que asistió al canino sostuvo ante las cámaras que «haría lo mismo si viese a un niño perdido». Sin embargo, Sam, el pequeño de 6 años, seguía sentado sólo y a unos metros de distancia.
Cuando se pensaba que el siguiente rescatado sería definitivamente el niño, sucedió lo contrario. A los 10 minutos y 16 segundos del experimento, una señora se acercó al bolso transportador con un gato dentro y decidió solucionar la situación. Su argumento es que hacía «mucho calor» por lo tanto no podía dejar ahí al felino.
INCREÍBLE. Nadie rescató a Sam, que seguía solo en medio del parque mientras los apurados ciudadanos pasaban al lado suyo. Tras 45 minutos decidieron dar por terminado el experimento sin que nadie hubiese asistido al niño, pero sí a la niña y los dos animales.
Otro dato clave revelado por el experimento fue que todos los rescates fueron realizados por mujeres. La madre de Sam dijo que no le resultó extraño que eso suceda, ya que Nueva York es una ciudad donde la gente «está muy ocupada» aunque aseguró que le gustaría vivir en un lugar «donde todos cuiden de los niños de los otros».