Entre los agresores se encuentra un chofer de la ruta 90 quien fue captado cogiendo un cuchillo a fin de amenazarlos de muerte, denunciaron los afectados.
Denuncia interpuesta fue archivada por el Ministerio Público, aseguraron madre e hija afectadas.
Víctor Pascual Carpio Ara, Sandy Neyra Calizaya Cutipa, Edwin Carpio Ara y otros miembros de esta familia son acusados de homicidio simple en tentativa de lesiones, coacción, hurto y violación de domicilio en perjuicio de la familia integrada por Nicolás Hualpa Hualpa, Hilda Condori Hualpa y Veronica Barreto Condori.
Según Verónica Barreto e Hilda Condori, los vecinos del Lt-3 son quienes de manera inexplicable desde el 1 de marzo, ejecutan constantes ataques a su propiedad que a la vez funciona como un taller mecánico en la asociación Las Américas Mz- X Lt-4, esto en el distrito Gregorio Albarracín.
“Nuestros vecinos siempre nos están agrediendo. Yo estudio y trabajo, pero por el momento no lo hago por temor a que entren a mi casa. Sin ningún respeto, agarran y le pegan a mi padre quien tiene un taller. Ellos nos dicen que para los indios no hay justicia y parece que es verdad, porque hemos hecho la denuncia en fiscalía y lo archivaron (…) estos vecinos siempre nos molestan, se ríen, se burlan, pasan por mi casa y me gritan perra, serrana, india y que los indios no tienen justicia”, mencionó muy nerviosa Verónica.
De acuerdo al documento fiscal que ambas mujeres mostraron a Radio Uno, el fiscal Jaime La Rosa Chipana dispuso el archivo definitivo de la denuncia en contra de la familia agresora.
Debido a esta decisión, los agraviados tomaron la decisión de filmar uno de los tantos ataques, en este se observa que uno de los agresores inclusive llevaba en mano un cuchillo, según las denunciantes; este sujeto es Edwin Víctor Carpio, chofer de la ruta 90 a quien describieron como una persona sumamente violenta.
Es el pequeño de la familia, un niño de 6 años quien se ve obligado a presenciar este tipo de escenas violentas, debido a esto se niega a salir de casa por temor a sus vecinos.
Solo esperan que su denuncia sea procesada y así poder contar con las garantías necesarias ya que temen por su vida.
