Mientras que una clama porque la ubiquen en el mismo lugar donde laboró por 40 años, otra pide que le permitan vender sus empanadas en el hospital Unanue.
(Foto: Radio Uno)
Josefa Choque Flores y Angélica Saco Tacuri son dos humildes madres de familia que piden al alcalde de Tacna, Luis Torres Robledo, que las dejen trabajar para mantener a sus hijos.
Angélica cuenta que hace 40 años sus padres vendían periódicos y golosinas en la esquina de la calle Lazo con Blondell, en el centro cívico. Luego ella asumió el trabajo, pero fue reubicada del lugar durante la gestión de Fidel Carita y ahora tiene su puesto en el colegio Margarita Bacigalupo.
“Pero no me dejan trabajar”, expresó, toda vez que no logra reunir los fondos para alimentar a sus hijos como lo hacía antes. Es por eso que buscó reunirse con el alcalde Torres y este había ordenado que regrese a su lugar.
Desafortunadamente dos funcionarios de la comuna estarían desobedeciendo esta orden, y por eso Angélica Saco no puede volver a la esquina, que hoy es ocupada por otra vendedora.
Por su parte Josefa Choque Flores, señaló que vende empanadas en una canasta, a inmediaciones del hospital Hipólito Unanue, para mantener a sus hijos, entre ellos un niño especial de tan solo 7 años.
Contó que vendía en la zona hace 35 años y ahora debe escapar de los policías municipales, para que no le quiten su mercadería.
Pese a su avanzada edad, sostiene que una vez le quitaron su canasta y no tenía los 48 soles para pagar y poder recuperarla. «De eso vivo, no tengo a nadie, tengo un niño especial está en Santa Teresita, ¿De dónde voy a sacar?», acotó.