El ministro del Ambiente, Antonio Brack, logró detener la norma que regularía el ingreso de los transgénicos al Perú, debido a que aún persisten las críticas sobre los riesgos de su uso tanto en la salud, como en el ambiente y biodiversidad.
Este acuerdo se tomó en la reunión del Consejo de Ministros del miércoles último. "El Presidente ordenó detener la publicación del reglamento para que este se someta a consulta de la sociedad civil, pues esta no había sido tomada en cuenta y existe gran preocupación", refirió ayer Brack Egg.
El reglamento de Bioseguridad fue elaborado por el Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA) –adscrito al Ministerio de Agricultura (Minag)– y en estos días se esperaba su publicación.
Pero ahora la norma deberá ser consultada con otras entidades científicas, además de los gremios de agricultores y consumidores, quienes no habían sido tomados en cuenta para su elaboración.
Esta decisión sorprendió al jefe del INIA, Juan Rissi. "Aún no sabemos las medidas a tomar, esperaremos instrucciones del ministro Benavides. Pero quisiera saber las observaciones del Ministerio del Ambiente, pues no las conozco", refirió.
La oposición de Brack a los transgénicos agudiza el enfrentamiento con el Minag, que busca acelerar el ingreso de estas semillas genéticamente modificadas. "La alternativa para el Perú es la agricultura orgánica. El Perú está tan lleno de recursos genéticos, es un gran riesgo traer cultivos transgénicos", refirió.
El riesgo de pérdida de la biodiversidad se genera pues por efecto de la polinización los genes modificados pueden "contaminar" al mismo cultivo natural y al resto de cultivos nativos (ver infografía).
Por ello, ayer más de una decena de organizaciones agrícolas, salud y protección al consumidor se apostaron al pie del local del Ministerio del Ambiente en San Borja para mostrar su respaldo a la gestión realizada por el ministro Brack.
(Con información de "La República")