Tras dos días de agonía, esta tarde dejó de existir Guillermina Serrano Ramos (30), fémina que tomó un potente raticida el miércoles 20 y que fue trasladada de emergencia al Hospital Regional Hipólito Unánue.
Pese a los esfuerzos del personal médico, la mujer falleció producto de las graves lesiones internas, auto infligidas presumiblemente, a causa de problemas sentimentales.
En un primer momento, la suicida fue trasladada hacia el Centro de Salud del centro poblado Augusto B. Leguía a la una de la tarde del pasado miércoles por un conductor de la línea 5, quien creyó que sólo se encontraba bajo efectos del alcohol o alguna sustancia psicoactiva.
Sin embargo, por su delicado estado de salud, Serrano Ramos tuvo que ser evacuada hacia el nosocomio Unánue, recinto médico que terminó siendo su última estancia.