Nuevamente la justicia parece haberse quedado ciega, al dejar en libertad en menos de 24 horas a un sujeto que baleo a un parroquiano en un night club, la madrugada del domingo.
Como se recuerda, Rafael Cruz Vera, en estado de ebriedad, sacó su pistola y emitió dos disparos, los mismo que impactaron en el rostro y en la cabeza de Eduardo Quispe Calizaya (33), dejándolo gravemente herido.
La víctima fue derivada hasta el servicio de emergencia del Hospital Unánue, mientras que el agresor fue derivado hasta el Departamento de Investigación Criminalística (Deincri), de la Policía Nacional, para que se investigado.
El representante del Ministerio Público, Julio Lizárraga Fernández, indicó ayer que este sujeto podría ser procesado por los delitos de contra la vida el cuerpo y la salud, intento de homicidio, y tenencia ilegal de armas.
Mientras tanto, Eduardo Quispe, padre de tres menores de edad, permanece postrado en una cama del hospital Hipólito Unánue, a la espera que se haga justicia y se capture nuevamente al agresor.
Según trascendió, Rafael Cruz Vera, fue dejado en libertad en menor tiempo del previsto, por tener relación familiar con un efectivo de la policía nacional.