ALBARRACIN EN LA RESISTENCIA DE LA BREÑA. 1881
Efrain Choque Alanoca
En los conocidos esbozos biográficos del legendario guerrillero tacneño, Gregorio Albarracín Lanchipa, hay unas líneas poco divulgadas como aquellas referidas a su actuación en los inicios de la resistencia en las breñas andinas de Lima.
Entre otros, los destacados historiadores Alberto Tauro del Pino y Luis Guzmán Palomino, adscritos a la Comisión Permanente de Historia del Ejército Peruano, utilizando fuentes chilenas y peruanas, han abordado primigeniamente esta faceta del héroe tacneño.
Como es sabido, inmediatamente después de la debacle del 26 de mayo de 1880, y la consecuente ocupación chilena de Tacna, Albarracín participó junto a Pacheco de Céspedes y Leoncio Prado en la organización de la resistencia militar local.
Luego del trágico combate de Tarata, librado contra un poderoso destacamento chileno asentado en Pachía, el 21 de julio de ese año, el “Centauro de las vilcas” y el cuerpo guerrillero bajo su mando se replegaron hacia Candarave y Puno.
Albarracín se incorporó a las fuerzas de Cáceres luego de las batallas de San Juan y Miraflores, en enero de 1881. El periodo de la resistencia se inicia en Lima muy pronto como fue ocupada por las fuerzas vencedoras chilenas. Paralelamente a la reconstrucción del ejército regular de Cáceres en Matucana, se organizaban espontáneamente partidas de guerrilleros en los valles interandinos de Lima. Las exacciones, abusos y atrocidades cometidas por las tropas de ocupación alimentaron el espíritu combativo de los campesinos breñeros. En tiempo presuroso las fracciones guerrilleras se aproximaban a la ciudad capital. Venían de las quebradas andinas de Canta, Huarochirí, Yauyos, Sisicaya, con la misión de hostigar al enemigo e informar sobre sus movimientos y proteger los flancos al ejército en reconstrucción.
Albarracín y los suyos se habían puesto a las órdenes del comandante guerrillero José Bedoya. La guerrilla de Bedoya y Albarracín actuaba por las inmediaciones de la quebrada de Canta. La temerosidad y el arrojo con que acosaba, la ubicuidad de sus maniobras y la velocidad pasmosa que imprimía a sus repliegues el heroico tacneño, conmocionó al ejército invasor. El 9 de abril de 1881, el comandante chileno José Miguel Alcérreca fue comisionado a fin de perseguir y aniquilar la montonera de Albarracín.
Enterado éste del desplazamiento enemigo se trasladó a San Jerónimo. Al día siguiente, en Callahuanca, la presencia chilena fue recibida por una vertiginosa y poderosa descarga de galgas, desde las alturas de la margen derecha, al tiempo de ser impactada por los fusileros guerrilleros. Los comisionados no tuvieron más alternativa que replegarse hacia Santa Eulalia. El día 11 nuevamente el cuerpo enemigo fue atacado sorpresivamente por guerrilleros en San Jerónimo, ocasionándole 5 heridos y varios contusos. Por último Alcérreca ordenó el retiro a Chosica, no sin antes arrasar el pueblo de Santa Eulalia. Los invasores arribaron el 13 a Chosica, con dos soldados muertos y 7 heridos. Esta acción guerrillera de Albarracín fue propalada en todo Lima, y levantó la moral combativa de la resistencia. El comando chileno al constatar la creciente actividad guerrillera, designó una expedición punitiva para la sierra central, al mando del coronel Ambrosio Letelier. El 17 de abril, a dos días de iniciada la expedición, los guerrilleros canteños al mando de Albarracín y Bedoya, audazmente atacaron a un destacamento chileno, arrebatándole el ganado vacuno y caballar que llevaban.
Otras columnas montoneras también hostilizaban a esta expedición que se dirigía a Cerro de Pasco. Luis Palomino Guzmán, en una citación al libro “Guerra del Pacifico” del historiador chileno Pascual Ahumada , destaca una carta del contralmirante Lizardo Montero, fechado el agosto de 1881, donde afirmaba:”El valiente Albarracín en Chicla, San Bartolomé y Cuevas, pone en vergonzosa fuga a gran número de chilenos, arrebatándole mucha parte del botín de que se habían adueñado en Pasco”. En noviembre de 1881, atravesando Huancayo y Huamanga, Albarracín y su columna guerrillera decide dejar las breñas serranas de Lima y continuar la heroica resistencia en Tacna.
Después de establecer su cuartel en Tala (Chucatamani) y ofrecer activa resistencia, el intrépido héroe guerrillero popular, prestó su último combate en Saucini el 02 de octubre de 1882.