El proyecto de ley que permite interrumpir el embarazo hasta la semana 14 pasa al Senado, que tendrá la última palabra.
Jóvenes a favor del aborto legal frente al Congreso argentino. EFE
Con prácticamente la mitad de diputados a favor de legalizar el aborto, y mitad en contra, y un debate maratoniano, la Cámara de los Diputados finalmente aprobó este jueves una ley histórica que busca despenalizar el aborto hasta el cumplimiento de la semana 14 de gestación, y que ahora pasa al Senado para eventual sanción definitiva.
La iniciativa, aprobada con 129 votos a favor, 123 en contra y una abstención, tuvo hasta el último momento un final incierto por las posturas opuestas dentro del oficialismo -al que el presidente Mauricio Macri, abiertamente contrario al aborto, dio libertad de conciencia para afrontar el debate- y de la oposición, que han marcado un debate que se ha alargado durante 23 horas desde que comenzó en la mañana del miércoles.
La iniciativa ahora pasará a la Cámara alta, donde varios analistas prevén que será rechazada por muchos senadores que representan a provincias con una fuerte influencia de la Iglesia Católica.
El texto aprobado despenaliza cualquier aborto hasta la semana 14 de gestación -y no solo en los actuales supuestos por violación y peligro de salud de la madre-, y establece que si la gestante es menor de 16 años, se debe realizar con su consentimiento. El proyecto, además, garantiza que una vez transcurridas las 14 semanas de libertad para abortar, interrumpir legalmente el embarazo si es fruto de una violación, si está en riesgo la salud de la mujer y si se diagnostica la “inviabilidad” de vida” extrauterina del feto.
Actualmente, Argentina solo permite el aborto en casos de violación, entre otras excepciones. Los impulsores de la nueva norma consideran que con la ley las mujeres pobres estarán en condiciones de interrumpir el embarazo de forma segura, lo que evitará muchas muertes por abortos clandestinos. La norma recibió un fuerte apoyo de artistas, científicos y académicos, y durante semanas hubo amplias manifestaciones en las calles y en las redes sociales para promover su aprobación.
Uno de los principales argumentos de quienes apoyan que no se castigue penalmente la interrupción del embarazo es que los alrededor de 500.000 abortos clandestinos que se estima se producen al año en Argentina son la principal causa de muerte materna en 17 de las 24 provincias.