Su madre quería acabar con los gatos que entraban a su casa, pero por descuido el hijo ingirió el veneno.
(Foto: Radio Uno)
Una comida familiar casi termina en una fatalidad. La noche del sábado, una familia compartió porciones de pollo a la brasa. Los restos fueron separados por la madre, quien agregó veneno y los puso de trampa para los gatos que suelen entrar a su vivienda y causar destrozos.
Sin embargo, la mañana de este domingo, en un descuido, su hijo comió uno de estos restos de pollo a la brasa que tenían la sustancia tóxica. Como consecuencia, empezó a convulsionar y su madre lo llevó en un taxi al servicio de emergencia del hospital Hipólito Unanue de Tacna.
Los médicos le practicaron un lavado gástrico y le salvaron la vida al adolescente O. Q. A.
El caso es investigado por policías de la comisaría del distrito Gregorio Albarracín Lanchipa.