“Muchas veces me ha querido echar ácido muriático” denunció el padre de los dos hijos de Ányela Cueto. Incluso aseguró tener audios y vídeos en los cuales, la autoridad quedaría al descubierto agrediendo a los menores.
Dijo no saber cómo pedir garantías para sus hijos, si Ányela Cueto es quien las otorga.
Grave denuncia. Ányela Cueto, prefecta de Tacna, es sindicada de incurrir en delito de violencia familiar. Su esposo, Jim Salazar, aseguró que fue agredido por la autoridad en más de una oportunidad.
Además de él, su padre de 73 años y los hijos de ambos (1 y 4 años) también habrían sido víctimas de agresión. En el caso del adulto mayor, Salazar aseguró que Cueto lo empujó por las escaleras, mientras que, en referencia a los niños, aseguró contar con videos en los cuales se observaría a la Prefecta golpeando en el rostro a uno de ellos.
“Yo tengo cámaras en la casa”, aseveró para luego afirmar: “tengo documentos, tengo pruebas, tengo fotos, tengo videos y audios. Cuando ella le pagaba, yo la confronté un día y la grabé y ella reconoce que le pegaba a mi hijo y no era solo un palmazo sino puñetes en la cara. Lo tengo grabado y lo voy a demostrar en un juicio”, advirtió.
“La policía de Tacna esta coludida con la Prefecta y el Poder Judicial también”, aseveró al indicar que denunció a Cueto el 27 de abril en la comisaría del centro poblado La Natividad, a las 9:50 p. m. pero a la medianoche, la autoridad, también interpuso una denuncia por violencia psicológica, pero “mi informe no llega, pero de la señora ya llegó”, afirmó.
Un nuevo acto de violencia se produjo el 30 de abril, aseguró Salazar, pero en esta ocasión dijo que ni los policías ni el fiscal Wilber Chávez acudió a la vivienda para las diligencias de ley. Sería en esta ocasión en la que Cueto habría agredido a su suegro.
“Después de agredir a mi papá que estaba operado de la cadera (…) maltrata a mis hijos y se los llevó a rastras a la casa de su madre que vive a un costado (…) hemos llamado al fiscal Wilber Chávez, pero dijo que no iría”.
Reiteró que las agresiones son constantes, pero no se atrevió a llevar el caso al ojo público por el cargo que ella ostenta, “pero me arme de valor por mis hijos, temo por ellos”, dijo. Alegó que se ve impedido de solicitar garantías para los pequeños ya que -dijo- es Cueto quien maneja las mismas al ser la Prefecta de Tacna.
Según el denunciante, Cueto expondría al peligro a los menores al llevar a extraños a la vivienda. Incluso aseguró tener videos en los cuales se observaría a la autoridad departiendo con otras personas mientras los niños deambulan semidesnudos por la casa. Es por ello que viene solicitando la tenencia respectiva.
“Muchas veces me ha querido echar ácido muriático ¿qué están esperando? ¿qué me desfigure el rostro para recién detenerla? (…) ¿qué violen a mis hijos con estas personas que mete semana a semana a la casa a libar licor?”, expresó.
Comentó tener miedo a que Cueto se lleve a los niños a Lima, pues dijo estar seguro que, al revelarse esta situación, ella renunciaría al cargo antes de permitir una destitución.
Finalmente, agregó que el 26 de abril presentó la demanda de divorcio. De momento ambos viven bajo el mismo techo con un acta de conciliación de por medio que fue firmada el 31 de octubre de 2018.
