LAS BIBLIOTECAS DE TACNA
La persona que por primera vez visita la región de Tacna se sorprende de dos hechos excepcionales:
a) Tacna no tiene una librería, es decir, un lugar donde pueda adquirir un libro. Lo que existe en Tacna, son lugares donde se venden libros de segundo uso.
b) La biblioteca pública funciona por pocas horas al día; la única biblioteca pública de Tacna, la del INC, “atiende” por escasas horas y no labora los días sábados, domingos, menos los feriados. Es decir, ¿la población de Tacna es cultísima? O ¿cuál es la realidad de las bibliotecas de Tacna?
Hace poco asistimos a un curso sobre infotecas organizado por ITEL de la Universidad Jorge Basadre Grohmann. En la ceremonia de clausura, el Vicerrector pidió levantaran la mano los bibliotecarios que laboran en las bibliotecas de las facultades, y únicamente había tres trabajadores. Él señaló que aplicaría los correctivos necesarios. Asistieron dos bibliotecarios, de las veintisiete municipalidades distritales. Se contó con la presencia de escasos bibliotecarios que laboran en las instituciones educativas, una bibliotecaria del Tecnológico Vigil, además de otros trabajadores de diversas dependencias públicas. Ante tal panorama, es fácil responder las preguntas planteadas en el primer párrafo.
1. “Cuando la biblioteca municipal no sirve para nada”.
Un Alcalde distrital, cuya jurisdicción se ubica en el llamado “cono norte” de la ciudad de Tacna, ha tenido la infeliz iniciativa de “desalojar” a la biblioteca municipal del distrito. El actual local de la biblioteca está tugurizado, es estrechísimo, no cuenta con las mínimas comodidades para el usuario. Cuando se inauguró dicha biblioteca se colocó computadoras, un mobiliario de primera. Después de la ceremonia protocolar, las computadoras se la llevaron a la oficina administrativa de la municipalidad. Las sillas han ido “volando”, como alfombras mágicas. Ojito, el Alcalde de dicho distrito es un profesional, es decir, una persona que tiene cierto nivel académico. Pero, hay más.
Al abrirse dicha biblioteca municipal, funcionaba en el primer piso de un mercado construido con material noble. No pasó mucho tiempo, y la biblioteca municipal fue erradicada al segundo piso de dicho centro de abastos, y para seguir los pasos de los gitanos, a la biblioteca se la ha confinado en la antigua panadería municipal. ¿Y qué pasó con el primer local de la biblioteca? Por versiones fidedignas, sabemos que dicho local ha sido ALQUILADO A UNA ENTIDAD CREDITICIA. Para el Alcalde distrital, al parecer, los libros son una epidemia, una peste, por tanto deben ser eliminados a como de lugar.
2. “La biblioteca pública del INC es innecesaria”.
Al parecer, es la lógica de los últimos directores (as) del INC – Tacna. Comencemos por el horario de funcionamiento. Antes, la biblioteca pública funcionaba de 08,00 a.m. a 20,00 p.m. Hoy, gracias a la “iniciativa” de la actual directora, ha dispuesto recortar el horario de atención al público, de doce a seis horas. La reducción obedece a una razón fundamental: la población de Tacna es cultísima, tiene una voracidad extraordinaria por la lectura, tanto así que cada persona lee cien libros al año, los mismos que han sido adquiridos por una necesidad vital. Por lo tanto, no tiene sentido la existencia de la biblioteca pública, por ello existe pocos usuarios.
Un añadido, hace varios años atrás, una empresa minera donó cuatro o cinco computadoras para la biblioteca pública, a las pocas semanas, dichas computadoras fueron a engrosar la parte burocrática del INC-Tacna.
El usuario que quiera consultar la bibliografía existente, deberá de recurrir a las añejas fichas bibliográficas, al parecer el tiempo se ha detenido en ese sector. Y ¿microisis, winisis, y otros programas para uso en bibliotecas? No existe en el cerebro de la persona responsable del INC-Tacna.
Ni qué decir de la sala de lectura de los niños. Tres veces se han inaugurado la famosa sala de lectura para niños (dos, frente a la sala de lectura central; una, en la calle Bolívar). Tanto ruido, para no ver ninguna nuez. Diversos ofrecimientos se escucharon, pero al final, queda el silencio sepulcral.
3. El Perú Ilustrado.
Duele escribir, pero una biblioteca personal, que fue adquirida hace pocos años con fondos del pueblo tacneño, al parecer, ha sido desmantelada en parte. Por ejemplo, el año pasado nosotros consultamos a “la pasada” la revista “El Perú Ilustrado” de Lima, de finales de la década de 1880. Hoy, no están dichas colecciones empastadas, “se han evaporado”, y llevan el registro 553, en el catálogo de revistas. Lo que lo denunciamos hoy, lo dijimos por la emisora Radio Uno, hace pocas horas atrás. ¿La autoridad pertinente habrá tomado nota, hará algo?
De dicha biblioteca, al parecer, para ser atendidos uno debe postrarse de hinojos, o quizá besar el pie de alguien. En menos de un mes, tres veces no atendía la citada biblioteca (ojo, en horas de trabajo). Estamos estudiando cómo hacernos respetar, es posible que vayamos al fuero legal.
4. Las bibliotecas escolares.
Parece una novela de García Márquez, pero rápidamente doy a conocer algunas denuncias hechas por bibliotecarios o bibliotecarias que laboran o laboraran en las instituciones educativas de la región de Tacna.
a) Un director de una I. E. que se encuentra en la provincia Jorge Basadre se ha apropiado indebidamente de los dineros recolectados, gracias a una rifa, la misma que fue implementada para adquirir libros para los estudiantes. El citado director ¿adquirirá los libros, o dirá que se ha esfumado por culpa de los humedales de Ite?
b) Una conocida I. E. que forma a la mujer tacneña, no tiene biblioteca en funcionamiento. La bibliotecaria ha sido llevada al laboratorio del plantel. ¿Para qué sirve la biblioteca?
c) Varias bibliotecas escolares se encuentran llenas de telarañas, porque los libros están amontonados, sin uso, porque no cuentan con un local mínimo, no poseen las comodidades mínimas, porque los “jefes” o “jefas” no saben valorar a los bibliotecarios.
d) En una institución educativa, del nivel superior, la persona encargada de la bibliotecaria se niega a trabajar con Dewey, con Málaga. Dicha persona, prefiere el desorden, para así decir que no existe en la biblioteca determinado libro.
¿Cuándo, las bibliotecas públicas, incluidas las escolares, utilizarán los formatos contemporáneos?
Es nuestra política señalar en términos generales los males que nos aquejan, de no haber cambios significativos en las jefaturas, paulatinamente daremos a conocer la identidad de algunos responsables.
¿Cómo podemos exigir comprensión lectora, plan lector … si dejamos de lado uno de los instrumentos fundamentales para lograr el aprendizaje significativo? Los libros, las revistas.
¿Quién se atreve a solucionar estos problemas?
Descuido, desinterés, insensibilidad, indiferencia, esa es la conducta que muestran las autoridades frente a las bibliotecas.
Prof. Reymundo Hualpa Condori
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