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Humberto Compodónico: en política energética Bolivia nos gana 10 a 0

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«Si viniera gas de Bolivia, el gasoducto sur peruano perderá la demanda de las centrales eléctricas en Ilo y Mollendo», expresó el especialista quien además calificó al Gobierno de ineficaz.

Humberto Campodónico, ex presidente de PetroPerú.

Humberto Compodónico, ex presidente de PetroPerú, indicó que Engie y Kallpa, propietarias de centrales eléctricas en Ilo y Mollendo, firmaron un Memorándum de Entendimiento (MdE) con el gobierno de Bolivia para que sus centrales puedan ser abastecidas con gas boliviano.

Para el especialista, en política energética Bolivia nos gana 10 a 0 y es que, «si el MdE se convierte en un acuerdo concreto, se firma la muerte definitiva del Gasoducto Sur Peruano (GSP)»

Explicó que las centrales de Ilo y Mollendo forman parte del Nodo Energético del Sur y fueron lanzadas por Proinversión en el 2013. El objetivo explícito era descentralizar la generación eléctrica, concentrada en Lima y, sobre todo, que se conviertan en una fuente importante de demanda de gas para la rentabilidad del GSP.

Las centrales tienen una potencia cercana a 700 MW cada una, habiéndose invertido cerca de US$ 380 millones en cada una. Actualmente funcionan con petróleo diesel caro, lo que incide en el costo de las tarifas. Pero cuando llegue el gas de Camisea se cambiarán a gas, que es más barato.

El GSP necesita una demanda garantizada cercana a 500 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) para ser rentable. Entonces, como por cada 500 MW se necesitan 120 mmpcd, los 1,400 MW de Mollendo e Ilo demandarán 336 mmpcd (1).

Si esos 336 mmpcd son abastecidos por gas boliviano, el GSP está perdido.

El gobierno dice que va a licitar el nuevo Gasoducto Sur Peruano en el 2021, en dos tramos y que llegaría a la costa sur en el 2025. Si embargo, el GSP (Odebrecht, Enagas y GyM) invirtió US$ 1,500 millones en tubos del 2014 al 2016. Y el gobierno no quiere aparecer como “que le devuelve dinero a Odebrecht”. Por tanto, le pasa la papa caliente al que viene después.

Según Campónico sí es posible aislar los temas pendientes del GSP y proceder a su licitación inmediata. «Sucede que no hay voluntad política».

«Ya no es solo la ausencia de un plan energético de mediano plazo, lo que podría ser (aunque no lo es) un tema “técnico”. Se trata de la renuncia al desarrollo del sur, de la energía barata para el gas domiciliario, del gas vehicular para toda la Región, de la industria petroquímica para la diversificación productiva. Esto es muy grave. Hay que hacérselo saber al gobierno».