Monseñor Carlos Castillo señaló que todos los peruanos tienen el desafío de convertir la crisis de valores, que deviene de la corrupción, en una ventana de oportunidad.
(Foto: Radio Uno)
El arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo Mattasoglio, expresó hoy la necesidad de que los líderes políticos y de la sociedad civil tengan la capacidad de poner el Perú por encima de sus propios intereses personales, a fin de revertir la crisis de valores que afronta el país.
Durante la misa tedeum por Fiestas Patrias en la Catedral de Lima, Carlos Castillo señaló que todos los peruanos tienen el desafío de convertir esa crítica situación, que deviene de la corrupción, en una ventana de oportunidad.
Dijo que la sociedad civil, incluida la iglesia, está llamada a mantenerse firme frente a quienes se resisten ante lo que es una demanda abrumadora de la patria.
Tras recordar que faltan dos años para que el Perú celebre el Bicentenario de su Independencia, Castillo formuló un llamado a los peruanos para que conviertan su libertad en un elemento más responsable, maduro y socialmente eficaz.
Citando el Antiguo Testamento, Castillo dijo que la paz suscita un dinamismo sabio y pacificador que se genera día a día, poniendo en práctica la justicia y el derecho, concretándose en soluciones eficaces capaces de mejorar las situaciones complicadas e injustas para lograr una paz sostenible y sin límites.
Señaló que los peruanos han tenido que luchar contra los diferentes problemas que pusieron en riesgo la paz y la democracia a lo largo de su historia.
“Hoy, cuando la corrupción nos invade, jóvenes ciudadanos de nuestro pueblo muestran su indignación saliendo a las calles, para que se descubra la verdad a través de investigaciones imparciales”, subrayó.
Puso como ejemplo de perseverancia el esfuerzo desplegado por los deportistas peruanos que han llevado a nuestro país a destacar en los Juegos Panamericanos y en la Copa América como subcampeones.
Lamentó, sin embargo, que hoy en día en el Perú se vivan tiempos de oscuridad que derivan de una corrupción que llegan a las más alta autoridades y grupos de la dirigencia nacional.
“Por eso el Papa Francisco preguntaba ¿qué le pasa a Perú que cada uno que deja la presidencia lo meten preso? Hoy no podemos celebrar sin preguntarnos todos hondamente ¿qué pasa con la dirigencia nacional y con los grupos implicados, y que les pasa a los peruanos que los elegimos y nos dejamos guiar por ellos?”, reflexionó.
“Ahora, en una coyuntura que acumula una historia de larga duración, es más propicia afrontar nuestros grandes problemas volviendo a ser como niños, renaciendo, recapacitando, acogiendo el espíritu del amor y de la justicia, reflexionando y actuando a favor de nuestro pueblo”, aseveró.
La ceremonia religiosa contó con la presencia del presidente de la República, Martín Vizcarra, ministros de Estado, los presidentes del Congreso de la República y del Poder Judicial, así como de autoridades militares y policiales.