«Sin duda los discursos de reconciliación son muy necesarios», indicó el periodista de Erbol, Juan Masías.
Gobierno interino nombró a 16 ministros, entre las carteras pendientes están educación y trabajo.
La etapa de sucesión de Evo Morales en Bolivia comienza en medio de una profunda, aparentemente insanable, quiebra política y social. La recién designada presidenta interina, Jeanine Áñez, nombró el miércoles un Gabinete, aún incompleto.
“Jeanine Áñez designó a 16 ministros, cuatro menos de los que tenía Evo Morales, faltan carteras claves como educación y trabajo», expresó el periodista de Erbol, Juan Masías.
Todos los ministros juraron ante una gran cruz y una Biblia, en cumplimiento de la promesa de la “resistencia pacífica a la dictadura” de “devolver a Dios al Palacio de Gobierno”.
No obstante, el hecho de que un nuevo comandante asumiera las fuerzas armadas y pidiera disculpas a la ciudad del Alto en caso fueran ofendidos, “ya se dan señales de querer conciliar las cosas”, comentó Masías.
Recordó que lo que ha molestado en la ciudad del Alto es la quema de la bandera de la wiphala «que significa las reivindicaciones del sector indígena originario y tanto así fue su arraigo que en la constitución política se ha reconocido a la wiphala como símbolo patrio».
Luego de que Evo Morales saliera en un video a anunciar su renuncia a la Presidencia el pasado domingo, muchos salieron a las calles a celebrar y en varias regiones del país patearon y quemaron la multicolor wiphala, lo que desató la indignación del oficialismo indigenista, que lo calificó de actos racistas. En seguida, grandes grupos de comunidades indígenas y campesinas a lo largo del país salieron a las calles con la proclama: «¡La wiphala se respeta, carajo!».
“Bolivia está pidiendo paz entonces en ese marco sin duda los discursos de reconciliación son muy necesarios, del MAS (Movimiento al Socialismo) piden pacificación que ya no salgan las fuerzas armadas, en general desde ambos bandos la prioridad hoy es la paz”, comentó.