Un hecho de discrimación social y contra el derecho a la inclusión estudiantil, se registró contra una menor de tres años de edad en la institución educativa inicial "Clarita Gambetta", en donde no fue recibida por padecer Síndrome de Dawn.
El hecho se presentó el pasado 13 de enero, cuando la madre de familia Gisela Marín se apersonó hasta ese local para matricular a su menor hija Gabriela.
Luego de conversar con la directora Hilda Condori e informarse que aún había vacantes, no se le permitió que su hija sea considera como alumna de ese jardín infantil por contar con retardo mental.
Pese a demostrar con documentos que su niña estaba apta para estudiar con otros niños, sólo se le dio pretextos para no formalizar su inscripción; informándosele que en el referido centro de educación inicial no contaban con docentes especializadas para su enseñanza personalizada, ya que de lo contrario tendrían que reducir el número de estudiantes; situación que no estaban dispuestas a aceptar, por lo que le recomendaron que buscara otro colegio.
"Mi hija está lista para ser incluida ya que ha pasado el examen psicológico no sólo de su anterior colegio "Felix y Carolina de Repetti" sino también el que le hicieron en ESSALUD. Mi hija siempre tuvo el nivel más alto que sus demás compañeros. Queremos darle a ella la oportunidad de estar con otros niños y así logre desenvolverse aún más" expresó la indignada mamá.
Agotados los trámites, Gisela Marín optó por apersonarse hasta las oficinas de la Defensoría del Pueblo, para que se le haga justicia, ya que se le estaba negando a su niña el derecho a la educación inclusiva.
Conjuntamente con el defensor Sergio Meza se apersonaron hasta el referido plantel y luego de conversar con la directora, ésta dijo que vería la posibilidad de darle una vacante para Gabriela.
"No es posible que a una niña que cumple los requisitos para ser incluida en una institución educativa, sea discriminada de esta manera" dijo el defensor del pueblo.
