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TESTAMENTO INÉDITO DE UN HÉROE TACNEÑO

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TESTAMENTO INÉDITO DE UN HÉROE TACNEÑO

 

            La palabra testamento es un “acto formal y solemne por el cual una persona declara su última voluntad disponiendo de todos sus bienes o de parte de ellos y ordenando cuantas cuestiones familiares y personales deban ser atendidas tras su muerte”. El testamento es, también, un “documento donde consta en forma legal la voluntad del testador”.

 

            El documento que nos interesa es el testamento abierto del coronel José Joaquín Inclán Gonzáles, el mismo que se hizo ante un notario público y con la presencia física de testigos oculares. La memoria testamentaria es redactada en la ciudad de Tacna, el dos de enero de mil ochocientos ochenta.

La razón por la cual se redactó el documento escrito lo indica el “patrono de la artillería peruana”: la invasión chilena al Perú. Inclán señaló que estaba en campaña y “próximo a entrar en acción de armas con los ejércitos de Chile, con quien se halla en guerra mi Patria”.

En la parte autobiográfica del testamento, José Joaquín señala que es coronel de infantería, que es Comandante General de la División Tacna, que tiene cincuenta y siete años de edad, que es soltero y tacneño, que es hijo legítimo del ciudadano asturiano, José Suárez Inclán y de la tacneña María del Carmen Gonzáles Vigil.

            El testamento de Inclán tiene cuarenta y tres cláusulas. En la primera cláusula señala que profesa el catolicismo, indica que tiene como bien adquirido la finca denominada “Dos de mayo”,  ubicada en Piedra Blanca (actual jurisdicción del distrito de Calana), la misma que adquirió por escritura pública a su tío, el ilustre patricio tacneño don Francisco de Paula Gonzáles Vigil, cuya compra se ha ido acrecentando con distintas adquisiciones que ha efectuado, unas por escritura pública y otras, por documentos privados.

            A continuación reproducimos textualmente el documento histórico que nos facilitara el señor Ronald Ramírez. Se ha respetado escrupulosamente el contenido del texto, advertimos que hemos actualizado la ortografía para mejor comprensión del testamento del coronel tacneño, quien falleciera luchando en la batalla del Morro de Arica, el siete de junio de 1880.

 

“Segundo. Tengo igualmente la chacrita que compré a los Romeros y compartes en la cabecera de mi finca “Dos de mayo”, la que he agregado a ésta para redondear sus linderos.

 

            Tercero. Poseo además por compras que he hecho cinco lotes mínimos (146) con terrenos propios en la sección denominada “Sobraya” colindantes por la parte superior con lotes de don Melchor Pizarro, por la inferior con las del doctor don J. C. Julio Rospigliosi, acequia y barda de por medio, por el frente con el río y por el fondo con zanjas hechas por los aluviones.

 

            Cuarto. Tengo también una casita quinta con sus respectivos terrenos (que conoce don Manuel Salgado que corre por ella) en Pocollay muy bien situada para baños la que compré por escritura pública a don Manuel Gonzáles.

 

            Quinto. Un solar en la plaza del pueblo de Pocollay, que compré en doscientos pesos a don Manuel Salgado y que representa la mitad del que compró a don Marcelino Jirón.

 

            Sexto. Un solar municipal de bastante extensión, situado entre los rieles y el cauce del río de Aymará, que tengo arrendado a mister Petot. Tengo además colindantes con el fondo, cuatro solares municipales, con frente a la calle que baja de la matriz a la del Callao”.

 

            Queremos ayudar a esclarecer los hechos históricos. Los enemigos de la verdad histórica tratan, por todos los medios, de neutralizar, distorsionar o minimizar la heroicidad del pueblo tacneño. Por ejemplo, se ha ido difundiendo una “leyenda oscura”, por la cual varios oficiales peruanos “no pelearon” en el Morro de Arica, sino, que se escondieron. ¿A quién favorece esta aseveración?

            Ya conocemos el testamento del coronel peruano Alfonso Ugarte Vernal, hecho en noviembre de 1879, y por primera vez, difundimos el testamento del coronel José Joaquín Inclán, hecho en enero de 1880. Ambos personajes renuncian a la existencia misma, a pesar que ellos pudiesen viajar a Europa, porque tenían los recursos económicos necesarios.

En la próxima entrega reproduciremos otras cláusulas del mencionado testamento. Debemos agradecer la generosidad del señor Ronald Ramírez, quien nos facilitó dicha reliquia.

 

Prof. Reymundo Hualpa Condori

 

 

Visite: www.testimoniosperu.com

 


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