«El gran elemento propulsor fue el estallido social del año pasado», expresó el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay.
La aplastante victoria por cambiar la carta magna heredada de la dictadura es un hito histórico en Chile.
Los chilenos decidieron este domingo, por una aplastante mayoría del 77,9 por ciento, reemplazar su actual Constitución, redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando se ha escrutado más del 60 % de los votos en el histórico plebiscito surgido de las protestas de octubre 2019.
“Es el gran punto de quiebre en la historia reciente de Chile, creo fue la crónica de una muerte anunciada de Chile, ya no era solo el deseo de la izquierda de los progresistas chilenos sino casi aprobados del 80%”, expresó el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay.
Mencionar que, sobre el órgano que debe escribir el nuevo texto, la otra pregunta que se planteó en la histórica votación, se impone con un 79,06 % la opción de la convención constitucional, que estará integrada solo por ciudadanos electos para ese fin y será paritaria, según los últimos datos ofrecidos, que se presumen irreversibles, informados por el Servicio Electoral de Chile (Servel).
“El gran elemento propulsor fue el estallido social del año pasado ese fue el gran punto de partida que estaba contenido y explota socialmente el año pasado, el gran legado que decía los forjadores de Pinochet que dejó un país con orden económico pero dividido”, comentó el especialista.