Excongresista expresó que el presidente Sagasti no entiende los problema que realmente aquejan a la PNP.
Marco Arana, ex congresista. (Foto: Radio Uno)
Ante la renuncia de Cluber Aliaga Lodtmann al cargo de ministro del interior y posterior reemplazo por José Elice. El ex congresista Marco Arana aseveró que la crisis que atraviesa la Policía Nacional del Perú (PNP) no será resuelta con el cambio de personas, esto no solo en referencia a Elice sino a la destitución de generales.
“El presidente Sagasti no está comprendiendo la profundidad de los cambios que tiene que hacer en el Ministerio del Interior y no en la propia PNP. La destitución de los 18 generales, hay quienes conociendo bien la ley de fuerzas policiales señalan que esta destitución no se ajusta a Ley, y no está comprendiendo bien de que las fuerzas policiales se hallan en una profunda crisis que no tiene que ver con cambio de personas sino con necesidades”, aseveró.
Para Arana, existen factores que deben ser tomados en cuenta por Sagasti, como los reclamos en relación a temas de corrupción, “durante la pandemia la PNP jugó un rol fundamental en la contención, pero temas de corrupción llevaron a que no tengan equipos de bioseguridad y vean expuestas su salud”.
Dijo que, de otro lado, el manejo de conflictos sociales que han derivado en leyes de criminalización de protestas que llevan a decisiones políticas que afectan intereses de comunidades y a quien colocan de por medio es a la Policía y se producen pérdidas de vidas.
“Esa situación está llevando a otro lado a parte del cuestionamiento al interior de las fuerzas policiales”, comentó.
Siendo así, aseveró que tenemos en este momento una situación que no se resuelve cambiando personas “creo es el principal problema del gobierno de transición de Sagasti, se refiere a temas mucho más de fondo (…) en la Policía no es un problema de pocas personas de cómo funciona la PNP, cuando hay graves denuncias termina en saco roto porque la propia Inspectoría no responde para salvaguardar la institución”, agregó.
“A través de un conjunto de leyes criminalizan las protestas, la policía que se debe al pueblo termina siendo colocada como cuerpo de contención frente a la población y se produce una situación preocupante en la que es exhibida como institución que no tenga credibilidad ante la institución”, reiteró.
