Francisco emprendió su visita en medio de altas medidas de seguridad y en plena pandemia, con el fin de reconfortar a una de las más antiguas comunidades cristianas del mundo.
Viaje número 33 del Papa.
El papa Francisco ha aterrizado en Bagdad, donde comenzará un viaje de tres días por Irak. Una expedición arriesgada por la crisis sanitaria y de seguridad que atraviesa el país, pero de enorme transcendencia política y espiritual.
El pontífice, el primero que visita el país y una región de mayoría chií, quiere acercarse a las minorías cristianas de Irak y, al mismo tiempo, tender puentes con el islam y reunirse con uno de sus principales líderes: el gran ayatolá Ali Sistani. En el aeropuerto le esperaban el primer ministro del país, Mustafa Abdellatif Mshatat. Luego se trasladará al palacio presidencial, donde le recibirá el jefe de Estado, Barham Ahmed Salih Qassim.
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— Canal N (@canalN_) March 5, 2021
El Papa llega a un país confinado por la pandemia que asistirá, fundamentalmente, a través de las ventanas y de los televisores a sus actos. Excepto la misa para 10.000 personas que celebrará en un estadio de Erbil el domingo, el resto de encuentros serán a puerta cerrada y con un número reducido de participantes.
El propio Francisco explicó en un videomensaje el jueves la idea del viaje. “Vengo como peregrino arrepentido para implorar al Señor el perdón y la reconciliación después de años de guerra y terrorismo, para pedir a Dios el consuelo de los corazones y la curación de las heridas”.
Seguridad
Francisco realizará todos sus desplazamientos en las ciudades que visitará (Bagdad, Mosul, Erbil, Nayaf, Qaraqosh) a bordo de un coche blindado y cubierto (normalmente lo hace a bordo de un turismo corriente o subido a una suerte de vehículo descapotable).
La seguridad, especialmente porque la ruta se conoce desde hace tiempo, se ha reforzado en todos los lugares que pisará el Papa. Todavía pesa el recuerdo del doble atentado del 21 de enero que causó la muerte a 32 personas en Bagdad y el ataque con cohetes a una base de la coalición contigua al aeropuerto de Erbil el pasado 15 de febrero.
La fuerte simbología del viaje tendrá momentos álgidos en lugares como Mosul, desde donde el líder del ISIS, Abubaker al Bagdadi, se autoproclamó califa de todos los musulmanes en 2014 tras conquistar la ciudad.
Fuente: El País