Las delegaciones de Rusia y Ucrania comenzaron hoy las negociaciones en Pripiat, en la frontera ucraniano-bielorrusa, en las que Kiev intentará lograr un alto el fuego por parte de Rusia tras cinco días de guerra.
El inicio de la reunión fue transmitido en directo por la agencia oficial bielorrusa BELTA.
Para el internacionalista, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, las conversaciones no augura buenos resultados para Ucrania.
«Negociar en Bielorrusia, un país adicto a Vladimir Putin y en medio de bombardeos y de ataques permanentes sobre la ciudad de Keiv no es el mejor contexto para un augurio promisor en el resultado», expresó.
El especialista refirió que «Ucrania acepta la condición de negociar en Bielorrusia porque es evidente que está acorralada y con ganas de respuesta, pero finalmente en desventaja al volumen de las fuerzas de Rusia». Siendo así, advirtió que «lo que se haga y diga en Bielorrusia no tendrá el efecto que se quiere. Hay mucha intimidación».
«Una regla básica del derecho internacional es que cuando se negocia tiene que haber un alto al fuego, una tregua, no se puede hacer en otras condiciones porque hay desventaja», agregó.
En tal panorama, «poco se va alcanzar, no hay interlocutores, no veo a la Unión Europea, a la OTAN, no veo a Estados Unidos, a China, que puedan estar como actores que puedan estar alrededor de una reunión donde seguramente Rusia pondrá las cartas en la mesa a Ucrania, qué vas a negociar con una pistola en la sien, es muy difícil en esas condiciones», cuestionó.
