El teniente general PNP Alberto Jordán Brígnole fue dado de baja en el 2008 a causa del llamado ‘Moqueguazo’, al no acatar una orden para dispersar con armas a manifestantes que reclamaban la restitución total del canon minero. Y luego repuesto en su cargo durante noviembre de 2016, en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
La decisión mostrada por Jordán es ahora reconocida en Moquegua que la tarde de este 16 de noviembre a las 6:00 p. m. inaugura el «Paseo de los guardianes de la historia», obra que bordea los 4 millones de soles consistente es 13 esculturas en madera siendo una de ellas dedicadas al general de la PNP.
«Son trece pasajes y en uno de esos se representa el Moqueguazo donde estoy yo, verdad que me llenó mucho de orgullo, a mi familia y ante todo para mi una sorpresa que Moquegua haga algo de eso. Me sorprendió y estoy contento. Mi imagen está al frente de la escultura», expresó Jordán.
El general ahora en condición de «Retiro» recordó que en aquel momento de tensión la orden de Estado era emplear las armas de fuego contra los civiles, accionar que no permitió evitando así una desgracia dado que, la población superaba en miles al contingente policial asignado a la zona de conflicto con la intención de liberar el puente Montalvo.
«En realidad fue una situación que se debió solucionar en el momento. Yo mandé y le dije saben que, lo único que tienen que hacer es legalmente poner lo que era de Tacna y lo que era de Moquegua. A mí me tocó un poco la situación porque estaba comprometido Tacna en ese momento y yo escribí varias notas de inteligencia tanto al ministro de Interior como a la dirección de inteligencia nacional diciendo que esto se solucionaba suspendiendo esos decretos y que cada uno tenga lo suyo, pero me dijeron era un tema político», mencionó.
A Jordán debían enviarle 1900 hombres, pero solo le enviaron 300 para calmar una turba de 25 mil moqueguanos, hasta que vino el problema que «me llama Alan (García) y Alan me dice saca las armas y usted a como de lugar me desaloja el puente (…) le dije no pues, le digo no señor presidente. Yo sinceramente tengo que cuidarlo a usted, no puedo sacar las armas».