Para la psicóloga Andrea Montero el diagnóstico debe de ser lo primero que se debe de realizar para conocer lo que sucede en el entorno del joven que posiblemente es victima de violencia en las escuelas. Para Montero los jóvenes ocultan estas situaciones debido a la vergüenza que sienten a ser juzgados por su entorno familiar.
“El hecho de ser niños, no debemos menospreciar el impacto emocional”, enfatizó.
SEÑALES DE ALERTA
La disminución en el desempeño académico es una alerta importante y tiene que ser identificado por los docentes. Otra señal es la distorsión en los procesos de concentración, así como la evocación de recuerdos dolorosos, esto impulsaría la sensibilidad excesiva.
La conducta retraída es adaptada por las victimas de violencia en los colegios pues se sienten vulnerables. Para Andrea Montero la familia debe de ser un soporte importante en la vida de los menores.
¿POR QUÉ LO OCULTA?
La primera pregunta que los padres deben de formularse es el ¿Por qué el niño oculta lo que siente? La interrogante debe de estar direccionada a vencer el temor del menor a ser juzgado por sus progenitores.